[Mag al habla!! c: Vale pues este es mi primer lemon vale no me peguéis (al final tampoco hay tanto yo creo pero vamos que si no os gusta pues no leáis esto o saltaos la parte donde lo hacen uhmmm) [BTW INSISTO MAY TIENE EDAD PA EN FIN PA ESO PORQUE TIENE 18 VALE un beso] y esto podría ser una "secuela" de mi fic anterior vale, osea en fin porque viene siendo la nota que le deja May y eso; bah, leedlo y a ver si os gusta ;; y en serio quiero críticas, sean buenas o malas, pero saber que lo habéis leido ayyy y bueno, ya me callo vale]
Dicen que si quieres saber si algo te importa lo suficiente, tienes que dejarlo atrás y aprender si eres capaz de vivir sin ello; y supongo que eso hice yo, huir de todo para saber si me importaba. Vaya tontería, la verdad, si ya sabía la respuesta - y dolorosamente, era sí; pero sentí la insistente necesidad de darme un tiempo, olvidar mi nombre y olvidar de donde vengo, algo así como empezar de cero. Viajé mucho, conocí mucha gente nueva y entrené, aparte de dedicarme a catalogar y descubrir nuevas piedras. Al menos en ese aspecto no tengo ningún derecho a quejarme. Sin embargo, aún siendo consciente de lo egoísta que fui, no pude evitar sonreír amargamente al ver la carta que hay encima de la mesa, con mi nombre escrito en el sobre. Llevo ya días ignorando la existencia de esa carta, pero creo que hoy ya es necesario que tenga el valor suficiente de abrirla. Rompo un poco el sobre, lo suficiente para poder sacar su contenido. Es una carta larga, desde luego, pero no me esperaba menos de ella. Sinceramente, me gustaría que me reprochase todo lo que hice mal en todos estos folios, pero dudo que lo haya hecho - sabe que soy mejor que eso. Suspiro y lo miro por encima. Tiene una letra bonita, estilizada y en un bonito intento de cursiva, desde luego, femenina. Sonrío, imaginando como se sentaría delante del escritorio, y mordiendo el bolígrafo, me habría escrito todo esto. Me siento en la cama y empiezo a leer.
«Para Steven Stone,
(por favor, quiero pedirte algo: si no eres la persona a la que remito esta carta, quiero que dejes esta carta en su sobre de nuevo y que salgas de esta casa, ya que dudo que hayas entrado de manera legal; y si eres parte de la policía, no, esto no es una carta de despedida del señor Stone, así que por favor, devuelvan esta carta al sobre tan rápido como hayan acabado de asegurarse.)
Pero, si eres Steven... quiero que sepas que no eres el único que sabe dejar cartas, pensando que con eso es suficiente (¡y un cuerno es suficiente!). Tengo muchas cosas que decirte, pero ni siquiera sé por donde empezar. La mayoría de las cosas me habría gustado hablarlas en persona; pero visto que es imposible por el momento, tendré que dejarlas aquí escritas. Lo primero de todo, gracias. Nos conocimos cuando yo apenas tenía 12 años, el mundo me venía demasiado grande y tenía tanto miedo... Pero ahí, en el fondo de una cueva, con motivo de entregarte una carta (que irónico, ¿no? Nos conocimos por motivo de una carta y nos despedimos escribiendo una nosotros mismos) nos conocimos. Resulta que nos seguimos encontrando, en ocasiones involuntariamente, y en otras era yo la que te buscaba, casi desesperadamente. Pero me has ayudado durante todo este viaje, gracias por creerme en mí y darme coraje para cumplir mi sueño. Pero ya no soy una cría, como bien pudiste comprobar. No podemos voltear la cara, tenemos que afrontar lo que pasó -y ya que tú te has ido, interpreto que no has tenido el valor de hacerle frente; así que voy a ser yo quien tenga que decirlo. Hicimos el amor, Steven, hicimos el amor y lo volvería a hacer una y mil veces siempre que fuese contigo. No te acuso de nada, es más, me alegro de que sucediese, pero tenemos que poner las cartas sobre la mesa.
En verdad yo no buscaba que esto ocurriese, pero dado el contexto adecuado, ninguno de los dos quiso detenerlo.
Fue la noche de mi cumpleaños, ¿recuerdas?
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Sesenta y siete días de corazón roto.
Fiksi Penggemar{One-shot HOENNCHAMPIONSHIPPING} [LEMON] ¿Sabes, Steven? Yo también sé dejar cartas.