Segunda parte del libro "Infinito".
Somos tú y yo...
Después del día del cumpleaños de Riley, las cosas comienzan a ser diferentes para ella.
Con Charlotte recordándole todo el tiempo que tenía que ir a una buena universidad, con Jasper quien vivía...
TEMPORADA 5 _____________________ Una aventura de Navidad
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Bajo la última caja de cartón de el estante de la bodega, se la entregó a Charlotte quien esperaba a tomar la caja y bajo los escalones de la escalera con cuidado de no caerme.
Hoy era 24 de Diciembre, nochebuena y mañana navidad. Como todos los años, la Capicueva debía tener una buena temática navideña. Charlotte y yo éramos las encargadas de decorar la Capicueva este año, cada año nos turnábamos en parejas. Se había vuelto tradición decorar todo el lugar el mismo día para sentir mejor el espíritu, aun que esa era una clara excusa porque no decoramos nada en todo el mes.
En fin, doblo la escalera y la dejo en su lugar. En cuanto paso por un espejo me detengo a verme, mi cabello, que estaba atado en trenzas, tenía algo de polvo después de haber bajado todas esas cajas. Aun no me "arreglaba" para navidad, eran las 9 de la mañana, aun tenía todo el día. Dejo de verme y sigo mi camino, donde veo a Charlotte dejar la última caja en el sillón giratorio.
— Bien, son todos los adornos. Comencemos a decorar —asentí haciendo una mueca.
Después de unas 2 horas y media, terminamos la Capicueva. Había guirnaldas azules y plateadas, estrellas, tres botas rojas, una con una "S" y las otras dos con una "R". Un oso polar de peluche con una bufanda y otras cosas más.
Me crucé de brazos admirando como había quedado todo. Estaba satisfecha, el lugar me gustaba y no tenía nada que decir.
— Me gusta —suelto.
Charlotte asiente mientras termina de recoger— hicimos un buen trabajo—chocamos palmas.
Luego de eso, Charlotte volvió a casa para pasar las fiestas con su familia. Mañana todos nos reuníamos en la Capicueva, comíamos recalentado que cada quien traía y nos dábamos regalos los unos a los otros. Era una tradición que se formó, nuestra tradición. Sentí una extraña sensación en el estomago de solo pensar que este sería el último año en que estemos todos reunidos, pero lo mejor era dejar de pensar eso.
Subo a mi habitación y realmente no hay mucho que contar. Henry vendría a la Capicueva porque quería verme y preguntarme algo, lo cual me puso algo ansiosa de imaginar que podía ser.
Más tarde me di un baño y me arreglé. Me puse un suéter azul con detalles blancos, una falda café crema con dobleces que no era muy larga, unas mayas transparentes y unos convers negros. No suele arreglarme demasiado en navidad (nochebuena) hace tiempo deje de verla de las mismas maneras que la veía cuando era niña, pero desde mis días en la Capicueva había mejorado.
Cuando veo el mensaje de Henry que había llegado a la Capicueva salgo de mi habitación. Una sonrisa se forma en mis labios mientras bajo las escaleras cuando lo veo revisar su celular esperándome.
