You are My obsession (Kisaki x tn)

#36

Narra tn

Me desperté sintiendo las manos heladas de Kisaki acariciando mi cintura

Tn: estás helado...

Kisaki: pues chupame como paleta

Me sonroje y le dí la espalda

Kisaki: no estás feliz?

Tn: de que? De que la chingadera de Hinata no es tuya?

Me miró en silencio

Tn: si esa cochinadilla era tuya te iba a abandonar, y como eres mal marido ahora me debes un unicornio

Kisaki: y yo de dónde saco un unicornio?

Tn: no lo sé, eso no es asunto mío, y no te perdonaré hasta que me traigas a mi unicornio

Kisaki me miraba con ojos de cachorrito, se levantó y empezó a llamar como loco, neta me va a traer un unicornio? Que más da, me levanté y baje a preparar mi desayuno, Kisaki me seguía por toda la casa desesperado buscando mi atención, unas horas después tocaron el timbre y entraron varias cajas de distintos tamaños, Kisaki me hizo sentarme en el sofá y empezó a abrirlas, en cada caja habían unicornios de distintos colores, formas, tamaños y presentaciones, Kisaki me abrazo

Kisaki: listo! Ahora estoy perdonado

Se sentó junto a mí y me abrazo, empezó a besarme, me sujeto de la cintura y me acerco a el

Kisaki: ayer tu y yo dejamos algo pendiente

Kisaki se puso sobre mi y empezo a besar mi cuello mientras sus manos acariciaban mis piernas, empezó a bajar el pantalón de mi pijama y a meter sus manos en mi blusa para llegar a mis senos, me abrió de piernas y sin dudarlo me embistió de una, se sintió genial, ya llevaba mucho desde la última vez que habíamos tenido contacto físico, sus embestidas eran profundas y fuertes, no tardamos mucho en llegar al climax, Kisaki se corrió dentro y me dio un pequeño beso, cuando estábamos dispuestos a continuar así toda la tarde, tocaron el timbre, no teníamos pensado abrir hasta que empezaron a tocar como desquiciados, nos vestimos y nos levantamos a abrir, era Hanma y Mitsuri, Mitsuri traía un cartelito que decía "felicidades NO eres papá" nos empezamos a reír, entraron y empezamos a comer golosinas, juguetear, embriagarnos, etc, Hanma traía un cañón de confeti y cuando lo jalo para liberar el confeti hacia el techo no se dió cuenta de que estaba al revés y se dió en los panditas con el cañón, fue una tarde divertida, al anochecer cada quien se fue a su habitación, apenas llegamos a la nuestra Kisaki decidió continuar con lo que no habíamos terminado hace un rato.