Prólogo

275 24 15
                                    

La noche anterior

—¿Quién eres?

La pregunta me despertó y me hizo encontrarme con un hombre acostado a lado mío. Su cabello castaño estaba bastante alborotado y sus ojos apenas si podían mantenerse abiertos. Tenía lunares alrededor de su cuello. 

Y también tenía pequeño moretones.

¡Oh shit!

De pronto lo recordé en medio de cervezas y bailes.

—¿Quién eres tú?— le pregunté, mientras jalaba las sábanas hacia mis senos.

—Soy... —bostezó— espera... yo pregunté primero.

—Ya, pero esta es mi cama— le espeté.

—Esta bien... así, que no me dirás tu nombre— él se levantó y empezó a tantear en el piso, en busca su ropa.

—¡Cúbrete!—exclamé, tirándole una almohada.

—Ayer no estábamos nada cubiertos.—me indicó divertido.

—¿Qué hemos hecho?—me golpeé la cabeza contra mi acolchonado cabecero, cubriéndome los ojos.

—Nada malo.— dijo él, acercándose.—De hecho fue fantástico— volvió a la cama y me miró. Pude verme reflejada en sus ojos negros.—¿Quieres repetirlo?

Me quede paralizada.

Di que sí.

—No.— mi negativa no era muy convincente.

De hecho si quiero, pero no, basta, no debería.

Esfume mis oscuros pensamientos.

-—¿Lo has pensado? ¿Verdad?.

Encima es telepático.

Volví a paralizarme, pero la misma negatividad salió de mi boca:—Mmm...No.

—Tu silencio antes de negarte no me convence, pero lo respetaré.

Volvió a levantarse y pude ver su espalda marcada al darse vuelta.

¡Oh shit! Había sido la mejor noche de mi vida.

Cogió sus jeans y su camiseta negra y antes de entrar al baño, volvió  insistir.:— ¿Estas segura? ¿Vas a perder tu última oportunidad?

—Estuvo bien para ser una noche.— también me levanté, y envolví mi cuerpo en la sábana.

—¿Por qué sigues tapándote?

Voltee los ojos hacia arriba. — Cosas de chicas- me limite a decir.

—Nunca las entenderé.—tenía una sonrisa de suficiencia.

Puedo resistirme a un rostro hermoso, a una espalda marcada, pero una sonrisa así es muy difícil.

Maldita debilidad.

Me acerque, con pasos lentos, puse mis manos sobre su rostro y lo bese. 

—¿Ahora seguramente quieres repetirlo?

—¿Tienes otro condón?

En sus jeans busco y encontró uno en algún bolsillo.

¿Por qué no repetir? 

¿Por qué no repetir? 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Hola!!!!

Es la primera historia con esta temática que subo, espero que comenten si les ha gustado, su apoyo significaría mucho para mí. Prometo actualizar cada semana. 

-"Peter,  no hagas promesas que no puedes cumplir"  aún estoy obsesionada con la película. 

Los leo y si les ha gustado, espero una estrella.

Graciasssssssssssssssssssssss

SIN ETIQUETASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora