La noche morada

57 16 13
                                    

-observa isla Glamour a tu asesino, aquel que fue tu cáncer y tu muerte - se escuchaba mientras la imagen de un chico moreno se mostraba en todos los televisores viejos de la ventana de una tienda, personas se amontonaban para ver los televisores y a su lado pasaba una chica.

Está se veía agitada mientras era empapada por la lluvia, con una de sus manos intentaba tapar el teléfono que acercaba a su oído.

-¡Mama! -decía la chica al teléfono - mamá voy a recoger a Rosa, tomaría un Mototaxi pero por la lluvia no hay-

-esta lluvia parece chimbó hija, deberías buscar refugio- decía una voz de una mujer adulta

-no te preocupes ama, ya estoy cerca de la margarita- la calle donde se encontraba estaba pegada a la playa, se podían ver las olas desvanecerse en la arena.

la playa estaba adornada por personas metiendo sillas y sombrillas adentro de los locales, al otro lado de la calle.

-¿Ya le echaste los perros a esa chica Rosa? -

-en eso andamos ama-

-Alhelí, Rosa es una gran chica, trátala bien por favor y mira que es mucho que yo haya aceptado que seas lesbiana, ahora no la eches a perder - decía la mujer con una voz autoritaria

-si mama....- Alhelí iba a hablar hasta que una luz morada la baño por completo - mamá hablamos después

El cielo se había vuelto completamente morado y un miedo primitivo invadió a todos, Alhelí comenzó a correr, algo le decía que lo hiciera, cerró los ojos por miedo y al volverlos a abrir se percató que ya no llovía, el cielo era de un color normal para las altas horas de la noche, sin embargo no parecía estar mi pizca de cerca de la playa, ahora se encontraba en unos barrios.

-¿Que es esto? ¿Una zona de paz?-

Miro hacia atrás y un hombre de unos treinta y algo se acercaba a ella con una mirada perdida y lo que parecía ser un cuchillo, Alhelí corrio y de nuevo volvió a cerrar los ojos, y al abrirlos, estaba cayendo, edificios se alzaba mientras el viento alborotaba su cabello, y a su lado estaba un edificio con ventanas rotas, su corazón estaba a mil parecía que iba a explotar mientras se acercaba al suelo, cerró los ojos esperando que todo se acabará, pasaron 30 segundos y de la desesperación los abrió y grande fue su sorpresa al ver que ahora se encontraba en lo que parecía ser un hospital.

Enfermeras, doctores y pacientes pasaban al lado de ella y en el bullicio reconoció una voz familiar, camino buscándola, parecía un canto que la tranquilizaba pues sabia de quien se trataba, finalmente entro a una habitación y ahí estaba, su madre aunque parecía más joven se notaba exhausta, se encontraba en una cama, mirando hacia la puerta.

-¡mama!, no se que está pasando, ayúdame- dijo con desesperación.

Sin embargo sus palabras no parecieron ser escuchadas.

-y aquí están las dos florecillas - decía una mujer detrás de Alhelí

Una enfermera la atravesó como si de humo se tratase, está enfermera llevaba dos bebés en sus brazos.

-¿Ha pensado en nombres?- dijo la enfermera mientras le daba las bebés a la mujer

-a está le pondré Alhelí y a esta le pondré Azucena- decía la joven mujer

Alhelí entre lágrimas, movía su mano enfrente de su madre para llamar la atención, no sabía que pasaba, prestaba atención pero quería entender.

-asi que seguirá la tradición- decía la enfermera mientras revisaba unos papeles.

Una paz se mostraba en las bebés, estás dormían y sus pechos se inflaban en cada aspiración, hasta que..... la recién nacida Alhelí dejaba de inflar su pecho.

-enfermera ¡Enfermera! - gritaba la mujer para llamar la atención en un lamento espantoso.

Obviamente sus gritos despertaron a la otra bebé que comenzó a llorar, pero Alhelí no parecía despertar.

La enfermera fue hacia la puerta y grito.

-¡Doctor! ¡Rápido!-

Nuestra Alhelí estaba en shock, debía ser una pesadilla, y se percató que antes no había cerrado los ojos, si no que algo negro se creaba en sus ojos, finalmente volvía. El cielo estaba morado, caía una lluvia horrible y Alhelí estaba en la acera frente al local "la margarita".

Había llegado.

****

Nota de escritor: muchas gracias por los votos y por haberme leído, es una gran diferencia a cuando publique the Reaper, espero todos sigan leyendo a Alhelí.

Alheli Espinoza viva y muerta a la vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora