Capitulo 1

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D-onde, ¿dónde estoy?, Un bosque, siento que podría perderme en cualquier momento, el lugar era abrumador, miedo y desesperación transmitía, ¿Porque lo siento tan familiar?. Esa sensación ya la e sentido antes. Mi pecho empezó a doler, me costaba respirar, quiero vomitar ¡No! No vas a vomitar o tal vez si ¿Y si vomito? Lo arruinaré todo otra vez, ¿realmente quiero arruinar todo?

Mi cabeza era un total lío, el miedo era la causante de esta. Náuseas, miedo, era todo lo que podía sentir y pensar, la vista se me empieza a nublar, estaba mareada de todas las sensaciones que sentía y con lo grande que era el bosque lo empeoraba.
Paso un rato y esa sensación no desaparecía, quiero vomitar.

¡No! No lo harás, respira y contrólate.

Quiero llorar
No, no llores

-Cirene
No tienes porque llorar

-Cirene
No, no llores, basta, basta, ¡BASTA!.

-¡CIRENE!

Desperté una vez que mi madre grito mi nombre, me siento perdida, fuera de lugar.

-Llevo hablándote desde hace un rato, párate y arréglate que tienes escuela y no tienes permitido faltar- Dijo mi madre para salir de la habitación.

Aún sigo desconcertada por la pesadilla anterior, aún tengo el corazón acelerado.
No tengo tiempo para esto tengo que ir a la escuela, estudiar,tareas, responsabilidades, trabajar por un futuro ¿y si no tengo un futuro? ¿Y si fracaso en el intento? ¿Y si no logro nada? ¿Que será de mi en un futuro? Y si-

Basta deja de sobre-pensar tanto.

Cierto no tengo tiempo.
Me levanté y bañé. Al salir de la ducha me acerque al armario para sacar el uniforme y empezar a ponérmelo. Una vez que termine me dispuse a arreglar mi mochila, cuando termine procedí a cepillar el cabello y sujetarlo en una coleta.

Cuando termine tome la mochila y camine hacia la puerta, antes de poner un pie afuera mire la habitación y como estoy a punto de dejar mi ''lugar seguro'' me quedé observando mi alrededor, tampoco tarde mucho haciéndolo ya que no había mucho que ver, era una habitación sencilla, solo había un escritorio con algunas cosas de la escuela. En la ventana se encontraba una planta de violetas que compre hace poco la cual aun no florecía por completo. También podías encontrar una estantería de libros de muchos géneros y autores, también había un mueble café y en esta se encontraba una planta, era de plástico ya que con las violetas era mas que suficiente.

Cuando termine de ''admirar'' el lugar me dispuse a bajar e irme pero antes me encontré con mi madre apunto de irse a trabajar.

-Ya me voy Cir, te portas bien y no quiero que salgas sin pedirme permiso antes, que te valla bien en la escuela, recuerda poner lo mejor de ti para poder mantener esa beca- dijo para después irse.

Al poseer una beca en una de las mejores escuelas es una carga realmente grande en el cual tienes que sacrificar muchas cosas como es la salud mental, si hablamos de eso estoy realmente arruinada.
Deje de quejarme y decidí que era hora de partir y desayunar en alguna cafetería ya que en casa no había nada preparado.

Camine un rato y llegué a una de mis cafeterías favoritas. Busque un lugar y una vez que lo encontré me senté para poder esperar a que tomaran mi orden.
Pedí mi desayuno y de paso ordene algo para comer a la hora del almuerzo.
Me entregaron la comida y empecé a comerla saboreando cada bocado, realmente amo la comida sin embargo de tanto que la e consumido e empezado a subir bastante de peso, tal vez debería dejar de comer tanto.

Si, deberías.

Si, es mucha comida tal vez debería dejar de comer. Decidí que mejor no comería nada después de eso asi que cancele la orden que era para comer a la hora del almuerzo.
Una vez que termine pague y salí del lugar para poder apurarme y llegar al instituto.

Ya iba llegando al instituto, sin embargo esa sensación de miedo y asco comenzaba a presentarse, necesitaba tranquilizarme. Inconscientemente comencé a morderme los labios, era algo que ya no controlaba.
Con miedo y aún la sensación presente entre al lugar sin embargo de tanta gente comencé a sentirme mareada, tal vez en el aula las cosas se calmen. Llegué al aula y podía observar a varios alumnos de mi edad pero seguía sintiendome insegura. Entre tratando de no llamar la atención, visualice un lugar vacío no muy atrás y tampoco muy adelante. Una vez que me senté empecé a ver mi alrededor para poder calmarme.

Paso un rato y esa sensación aún no desaparecía, quería vomitar, necesitaba un baño, antes de venir al salón trate de localizar un baño y lo encontré pero estaba algo lejos del aula pero tengo miedo de pararme y me juzguen. Pasado un rato empecé a respirar pesadamente, mi vista empezaba a fallar un poco haciéndome sentir mareada y fuera de lugar, no me sentía bien, ¿Realmente estaba ahí?.

De tanto que estaba me estaba esforzando por controlarme para no salir corriendo al baño y pasar una vergüenza aún más grande después, no note que un chico se sentó aun lado de mi ¿Necesitaba algo? ¿Hice algo malo? ¿Me habré manchado? No, mi periodo ya había pasado, entonces ¿porque se me acerco?

Deje de pensar cuando esté me habló.

-Hola, lamento molestarte o hacerte sentir incómoda pero cuando entre te ví algo inquieta, además de que tu labio está sangrando, ¿estás bien?- dijo este con un tono algo preocupado.

Cuando dijo eso lleve una mano a mi labio y efectivamente estaba sangrando, no había notado que todo esté tiempo estaba mordiendo mis labios al punto de hacerlos sangrar. Decidí contestar a su pregunta después de unos segundos.

-Y-o, yo estoy bien, gracias- dije con algo de dificultad ya que las ganas de vomitar seguían ahí, si hablaba en lo más mínimo siento que vomitaria, ni siquiera la saliva lograba pasarme, por ese problema evitaba hablar.

-Tranquila, no pasa nada, no hay porque tener miedo, nadie te mirara mal, estas a salvó- dijo este con la intención de calmarme, además de que había colocado su mano encima de las mías para poder calmar un poco el temblor que provocaban,
Sin embargo no consiguio nada, seguía sintiendo miedo.

-Tienes ganas de vomitar, ¿verdad?, Te diré una cosa, nadie, absolutamente nadie te mirara con asco si lo haces, es algo completamente normal, lo único que pensaran es que estás enferma, solo eso-

Lo dijo, por fin alguien que me brinda apoyo y no me juzga o llama loca. Esas palabras, solo esas simples pero significativas palabras necesitaba, solo eso.
Quiero llorar de lo bonito y cálido que se sintieron esas palabras.
Contuve las ganas de llorar para que nadie me viera haciéndolo y después usará eso para juzgarme.

-Gracias- dije sinceramente.
Paso un rato y pude lograr calmar un poco la sensación que tenía desde hace mucho rato.

-¿Ya estás más calmada?- pregunto amablemente.

-Si, gracias- le dije sincera.

-Mi nombre el Blaze, un gusto- dijo estirando la mano en forma de saludo.

-Cirene, el gusto es mío- dije aceptando su mano.

Este puede ser el inicio de una una nueva amistad y una nueva oportunidad para Cirene de conseguir a un amigo de verdad.
¿Esa amistad estará destinada a estar junta por siempre o está destinada a quebrarse?

¿Es posible amarte?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora