V

139 26 12
                                    

Adiós, Kisaki.

El sonido del mar fue lo que despertó a Hanma, las olas chocando con más violencia que antes y el fuerte viento salado chocando con su rostro. Su nariz aún moquea mientras siente una pesadez en sus ojos, intenta abrirlos con cuidado para acostumbrarse a la luz del sol, hasta que una voz llamó su atención nuevamente.

─Eres muy fuerte, ¿No? ─Shuji dirigió su vista hasta el hombre que habló, era el pescador que le dió el dinero antes: Makio─ Pero no fue muy inteligente dormir afuera estando borracho, mucho menos en un lugar que no conoces.

Hanma lo miró con cierta molestia, no le gustaba ser cuestionado. Se sentó con lentitud en la banca dónde había dormido, dejando las cenizas a un lado para buscar en sus bolsillos el paquete de cigarrillos. Estaba todo arrugado y solo quedaba uno, era deprimente.

─¿Hiciste lo que tenías que hacer?

─Todavía no... ─murmuró el de cabello negro mientras llevaba el cigarro a la boca, viendo el paisaje del tan nombrado Cabo Marigaoka.

─Puedo darte una mano, si eso quieres.

El silencio se hizo presente de nuevo, esa fue suficiente respuesta de parte de Shuji. No podría aceptar, esto que estaba haciendo solo era para él, más bien... era para él y Kisaki. Algo íntimo que no podría explicar, incluso sabiendo que Tetta se enojaría con él por esto.

─Lo siento por tu dinero, pensaré en cómo devolverlo antes de irme.

─No te preocupes, te lo di porque quería. No es necesario que me lo devuelvas.

Otra vez el silencio habló por Shuji, no se sentía bien como para hablar mucho en ese momento. Se tomó la frente mientras exhalaba el humo del cigarrillo tranquilamente.

─Puede que hayas venido porque algo malo pasó... Pero no debes desesperarte. Toma un baño, duerme un poco y come algo. La gente no puede pensar bien sin esas cosas.

El consejo del hombre era lógico, una risita escapó de los labios resecos de Hanma mientras su rostro daba al mar. Se levantó de su lugar, dispuesto a irse.

─Jaja, ja... puede que tengas razón, viejo.

─Aún eres jóven, no me perdonaría si cometieras alguna locura ─la voz del pescador sonaba... triste, como si estuviera apunto de quebrarse─. Cuida de ti mismo, por favor.

Shuji no volteó, solo formó una mueca dolorosa en su rostro, no podía ver al hombre a los ojos porque le recordaría a su padre. No quería ver las lágrimas de su papá otra vez.

Aún así, sus palabras eran familiares. Claro que lo eran, se las había dicho a Tetta alguna vez y fueron ignoradas. Parecía que no podría librarse de la imagen de Kisaki por un buen tiempo.

─Creó que le dije esas mismas cosas a Kisaki alguna vez... pero no significa nada para todas las personas ─una risa temblorosa salió de su boca, estaba por llorar otra vez─. Al menos, a él no le importó lo que dije. Incluso cuándo le mostré desde mi corazón que estaba preocupado, no fue suficiente... Kisaki estaba en un lugar al que no podía llegar, él era tan ciego cuando tenía un objetivo.

Las palabras de Hanma están cargadas de culpa, como si hubiera sabido que Tetta moriría por sus acciones y no hizo nada para evitarlo. Pero no era cierto, él no podría haberlo sabido. Solo estaba consciente de que el plan saldría mal, pero no tan mal. Shuji aún carga con la culpa.

─Lo siento, viejo, debo irme ─dijo tirando su último cigarrillo al suelo y pisandolo, tomó la urna para luego comenzar a caminar.


Se dirigió a la costa con pasos pesados y su mirada hacia el suelo, el viento le había quitado la capucha, dejando así su largo cabello al viento. Cada paso era más agotador, su pecho le dolía inmensamente y no podía continuar.

THE BEACH | hankisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora