Llorar, sonreír y volver a llorar, eso había en mi mente y en mi actualidad, ¿cierto? Sí, creo. Aunque también sé que hay rencor, miedo y desilusión. Todo es una masacre. La voz en mi mente diciéndome: ‘’Elizabeth, todo estará bien’’ me calma. Si tan solo te pusieras en mis zapatos para darte cuenta de que mi vida no se trata simplemente de felicidad. Creo que muchas personas sufrirán de depresión, ese maldito problema que tenemos nosotros, los humanos. De un momento a otro las sonrisas se esfumaban como por arte de magia en mi rostro. Al parecer todos creerán que todo para mi es fácil. Pero yo solo puedo hablar con mi mente para decir que están totalmente equivocados, porque no tengo el valor de decirles que necesito ayuda. Mi orgullo me gana siempre, toda mi vida dependía de él. Creo que mi personalidad es buena y agradable. Si alguna persona que quiero o me agrada, tiene un conflicto, lo único que hago es ayudarla, aunque por mi forma de ser siempre me apartan de personas por estar en una situación así. Saber que no tendré una vida tan larga como la de muchas personas da pena, porque siempre me ha gustado tener una familia. O si tuviera algún hijo y naciera como yo no me gustaría verlo sufrir. La vida es difícil en distintos casos: Cuando era pequeña, a unos 5 o 6 años, lloraba en la calle cuando mis padres no querían comprarme un dulce. A los 7 o 9 años, me enojaba cuando no me querían comprar un cachorro. A los 10 o 11 años, lloraba porque perdí a un familiar muy cercano a mí. A los 12 o 13, lloraba porque el chico que tanto me gustaba siempre me daba la espalda pero yo lo amaba en secreto, un secreto que solo mi corazón y yo sabíamos. A los 14 años, hasta ahora que tengo 17 años, tranquilicé mi forma de ser, en ser más callada y menos inquieta ya que en ese año me dijeron que padezco de Leucemia, en otras palabras, cáncer. Leucemia Mieloide Crónica. Se dice que esto dura cerca de cuatro años, y hace tres que estoy en tratamiento. Tal vez, podría tener una vida normal como la que siempre quise, pero sé lo que va a pasar en un año, o meses. Ya no seré parte de éste mundo. Hace tres años que estoy metida en tratamientos, sin hallar una cura. Ni tampoco creo que la haya. Mi novio me dejó apenas supo lo que tenía en mi sangre. Creí que en él iba a estar sana y salva, pero el solo me dio la espalda, eso hizo que me destrozara más. En estos tres años lloré lo suficiente como para bajar los brazos.
Un día caluroso. El reflejo del sol entra por la ventana golpeando en la espalda de Ariadna, mi mejor amiga que se sienta delante de mí, una amiga que vale la pena llamarla AMIGA. Es la persona con la que más me llevo en este asqueroso lugar. ¿A caso yo soy la única persona en este salón que no tiene una sonrisa? Incluyendo al profesor de Historia. Un lugar completamente asqueroso. No quiero que piensen que nada en absoluto me agrada. Es que lo que más odio es la escuela. Pero esa es mi forma de demostrar ‘’cariño’’ a la escuela.
El profesor de Historia se puso de pie nuevamente para tomar lista de los presentes y ausentes de los alumnos que había.
-¿Madison Willson?
-Presente.
-¿Ariadna Steve?
-Aquí.
-¿Thon Merk?
-Aquí.
-¿Sebastián Rosse?
-Aquí estoy.
-¿Elizabeth McWells?
-Presente. – dije nuevamente mientras trataba de ocultar mi rostro con mi pelo formando una cortina con él.
-Lo sé, profesor. Es casi tan invisible que ni la vemos. – dijo Sebastián mientras todos reían.
-¡Rosse! – Dijo el profesor mientras bajaba sus lentes para mirarlo seriamente – Suficiente.
Todos los días en la escuela son los mismos. Sé que todos mis compañeros tienen 17 años o algunos 16, pero creo que tendrían que ser lo suficiente inmaduros para burlar a una chica con cáncer. Pero siempre que dicen esas ‘’bromas’’ me hieren cada vez más. Sebastián se la pasa molestándome como siempre, me molesta y mucho pero nunca tengo el valor de enfrentármelo. Se cree el chico popular junto a sus amigos: Ethan Morgan, el chico rubio de ojos marrones, las chicas mueren por él y Christian Griffin, de pelo negro hacia el costado y ojos celestes. Sebastián y Ethan les encanta molestarme o tirarme cosas en clase. Christian solo se ríe por las cosas que hacen sus mejores amigos. Aunque es distinto a ellos. Recuerdo que una vez soñé con él, soñé que me rescataba de un edificio en llamas. ¡Ridículo! Christian es buena persona, creo. Es más atento y caballero que sus otros dos amigos. Tiene novia, y se llama Madison Hunter, se sientan juntos en hora de clase. Es de esas chicas que hace cualquier cosa para no romperse una uña ni raspar su esmalte. Es la chica popular del colegio y siempre se cree superior que todos, pero cada persona tiene su forma de ser solo que… Christian es totalmente diferente a ella.
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Corazón con ''C'' de Cáncer
Mystery / Thriller''Nunca se sabe lo que a una persona le llega. Porque no todo en la vida es color rosa, también, existe el color negro. Llega el momento en donde todos ya no te echan de menos, donde la gente te aparta por ser como eres. Donde ya nada tiene sentido...