-Hola… Elizabeth – pude ver el nerviosismo en los ojos del nuevo médico que me atendía.
-Hola – dije con un poco de vergüenza por lo de la última vez.
-¿Qué tal, doctor? Soy la madre de Elizabeth – dijo con simpatía estirando su mano para estrecharla.
-Bien… Elizabeth. ¿Puedes sentarte en la camilla? – preguntó nuevamente el doctor.
Con demasiada vergüenza asentí con la cabeza.
-¿Has comido bien estos días?
-Sí.
-¿Has tenido fiebre?
-No.
-Lo siento. Tengo una llamada y necesito atender. – dijo mi madre dirigiéndose a la salida.
-¿Te has sentido un poco débil estos días? – preguntaba mientras escuchaba mi corazón son el estetoscopio.
-Un poco a la mañana cuando despierto.
-Está bien, eso es normal.
Quedó mirándome por unos segundos a los ojos en completo silencio, me sonrojé.
-¿Porqué te sonrojas?
-No, no me sonrojé.
-¿Estas nerviosa?
-De ningún modo – fingí una risa y lo miré seriamente.
-¿Me bofetearás nuevamente? – largó una risa.
-No si miras mis pechos.
-¿Tus pechos? ¿A caso no recuerdas que traes puesto un collar con tres pequeños niños? – Era verdad. Me obsequiaron ese pequeño collar el día de mi cumpleaños. Eran tres pequeños niños.
-No entiendo.
-Ese día me golpeaste en la mejilla. Ese día no entendí nada de lo que se te pasaba por tu mente para querer golpearme. Tal vez, creíste que miraba tus pechos.
-¿No los mirabas?
-No soy ningún pedófilo. – Ambos reímos – Tengo dos hermanos, mi madre conservaba un collar como ese, significa que nos llevaba siempre con ella, cerca de su corazón.
-Lo siento – reí.
-No, yo lo siento. Creo que podemos empezar todo desde cero. Mi nombre es Theo, Dr Theo Wood – estiró su mano para estrecharla con la mía.
-Un gusto. Elizabeth McWells, tengo Leucemia – reí.
-Es bueno que rías en un momento así – sonrió.
-Creo que es mejor. Reírme de mi misma como todos los demás lo hacen.
-Ellos simplemente les gustaría ser como tú, pero saben que nunca lograran serlo. Eres mejor que ellos. Me agradas Elizabeth, seremos buenos amigos.
-No creo eso. No todas las personas piensan iguales, algunos solo quisieran que no exista más.
-No es tan así… ¿ellos ya saben de tu enfermedad?
-Oh, aun no. Pero sé que en cuanto lo sepan, las cosas empeoraran.
-Entiendo. Esto es muy difícil.
-Un poco, pero una chica con Cáncer, se las puede manejar bastante bien. – reí amistosamente.
Me agradó saber que me puedo llevar bien con alguien en éste estúpido mundo. Un doctor. No es gran cosa, pero al parecer le agradé. Y él a mí.
Los días pasaban. Eran siempre los mismos. Despertar, escuela, casa, comer, dormir, despertar, escuela, casa, dormir, despertar… etc. ¡Divertido! ¿Cierto? Un domingo por la noche me recosté ya que me sentía un poco débil. Ya era hora de dormir para mañana un nuevo y estúpido día: Escuela. Con respecto a la escuela, me va bien o creo que a veces no tan bien. Muchas veces olvido entregar los malditos trabajos. Me gusta Computación. Creo que me gustaría ser maestra de alguna escuela primaria, ya saben, me gustan muchos los niños pequeños. Pero a veces pienso que será de mí en unos meses o años. Tal vez no llegue a cumplir ese pequeño sueño de poder enseñar a niños, tal vez sí. Seguramente muchísimas personas estarán pensando que será de nuestras vidas en el futuro, nadie lo sabe. Absurdo. Quizá no podré llevar de la mano a mis hijos hasta el jardín de infantes o escuela. O verlos graduarse, casarse, tener hijos. No me veo como una anciana, bueno, como una abuela. Para que todo eso pase tendría que conocer a una persona especial para mí. Creo que aun me estoy apresurando.
Estuve toda la tarde viendo malditas películas de amor que amo tanto y odio a la vez. Imagino mi vida con Christian, ¿Imposible? Imposible al 100%. Christian, el chico sexy, divino, hermoso y popular del instituto. Yo, Elizabeth, la chica más odiada, solo eso. MÁS ODIADA. Pero creo me acostumbraré tarde o temprano, algún día. O simplemente, se cansaran de insultarme o agredirme cada vez que digo el presente, me levanto para ir al baño o por asistir a clases. Estoy esperando el momento para terminar de una puta vez todo este desastre.
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Corazón con ''C'' de Cáncer
Misterio / Suspenso''Nunca se sabe lo que a una persona le llega. Porque no todo en la vida es color rosa, también, existe el color negro. Llega el momento en donde todos ya no te echan de menos, donde la gente te aparta por ser como eres. Donde ya nada tiene sentido...