Little Bunny MOONSUN ✔️

Capitulo 54

—¡¿Cómo se ven las luces?!—La rubia miró a su prometida con una sonrisa traviesa, y rieron.—¡Ahn!

—¡Están un poco chuecas, Byul!—Señaló, y la castaña intentó alcanzar el foco que no estaba tan derecho como decían las chicas que estaban abajo.—¡Más abajo!—Se quejó sonoramente.—¡Máaas abajo!

—¡Si es más abajo voy a caer!

—¡Cuando lo hagas haz una pirueta!—Ambas comenzaron a reír al ver el rostro asustado de Moonbyul, viendo el suelo.—¡Pondré música de circo!

—¿Qué hacen?—La omega salió cubriendo su pecho con su chaqueta, temblando, y se paró junto a la más alta, notando como su alfa estaba en el techo viendo el suelo asustada.—¿Qué está pasando?—Las prometidas sólo se vieron, nerviosas.

Tratar con una Yongsun embarazada de cinco meses cada vez se volvía algo más complicado por los fuertes mareos, su sensibilidad, y cambios de humor.

—Moonbyul quiere saltar.—Hwasa respondió mientras comía una uva, nerviosa, pero la omega las volteó a ver.

—Expliquen.

—¡Sun! ¿¡La-las luces están derechas?!—La nombrada asintió, y notó cómo Moonbyul suspiró mientras comenzaba a levantarse y se limpiaba el polvo de sus rodillas, exhalando, todavía nerviosa.

—¿Qué le estaban haciendo a la pobre?—Frunció su ceño, y Loco tragó saliva, recordando esa vez cuando le hizo una leve broma a Moonbyul diciendo que iban a tener cuatrillizos, haciendo que se desmayara y recibiendo un moretón en su brazo. Moretón del tamaño de la mano de Yongsun.

—Le estábamos ayudando a poner las luces.

—Si estaban queriendo hacer que mi alfa cayera del techo les juro que la convenceré de que me hicieron algo para que venga a patearles el trasero.—Levantó su puño, viéndolas, y las dos sólo rieron, confundiendo a la mayor.—¿Qué?

—Moonbyul jamás haría algo como eso.

—El otro día la vi con mis ojos noquear a un tipo de un sólo golpe por dirigirse a mi de forma indebida.—Y las otras abrieron sus bocas, sorprendidas.—Así que, sean honestas, ¿Intentaban hacer que Byul cayera del techo?

—¿Qué si es así?

—Le rompo el brazo a la que dio la idea.—Y Loco soltó una lagrima al volver a sentir la mano en su brazo. Relamió sus labios, tragó saliva, y pensó en algo rápido.

—¿Viste que las luces estaban derechas? Nuestros ojos ayudaron a los brazos de Moonbyul a poner eso.—La otra asintió, y se acurrucó en el pecho de la castaña cuando sintió que llegó a abrazarle.—Por nosotras su casa está decorada.

—Literalmente todo lo compró Sun y lo he estado poniendo y-

—¡Marikang!—Dijo la más alta, riendo con su prometida.