Meses después.
Kihyun comía su hamburguesa en el asiento del copiloto, luciendo tierno con sus mejillas abultadas, pero con sus gafas oscuras y un saco negro "de misterio" según él. La alarma en su reloj de mano sonó al marcar las cuatro con quince de la tarde.
—Es hora. —Miró sonriendo a Shownu.
Kihyun se deshizo de su abrigo dejando a la vista sus coloridas prendad y bajaron del auto, caminando fuera de esa calle hasta la avenida principal. Las bocinas de quienes llevaban comenzaron a retumbar con la música y poco a poco las demás personas se unieron en la avenida, saliendo de calles, locales o edificios cercanos.
Aunque ya estaba más acostumbrado al entorno de Kihyun, era la primera vez que Shownu asistía a una marcha. Sus ojos se paseaban fascinados de un lado a otro, sin saber a dónde mirar por lo colorido que era todo. Había quienes se mantenían en un mismo sitio, en un puesto improvisado con distintas cosas, como pinturas para el rostro, botellas de agua, recuerditos de eso día, folletos con información para la comunidad y demás.
Ese día se memoraban doce años desde el ataque a un club nocturno que marcaría el antes y después para todos. Aunque sí, aún no se aceptaba del todo la existencia de las personas con gustos distintos a los establecidos, por lo menos ya no eran atacados con tanta frecuencia. Era un buen paso. Todos ahí estaban felices, viviendo un pequeño momento sin tener que esconderse.
Shownu caminaba junto a Kihyun, mirando al más bajo mientras cantaba y saludaba a quien se le cruzaba, y también parando en varios de los puestos para tomar lo que les ofrecían.
—¡Chicos! —una chica de grandes ojos se les aceró junto a sus dos amigos y su pareja, una chica rubia con pecas— ¿Por qué no vistes algo más alegre? —preguntó, alzando la voz para hacerse oír entre toda la gente.
—Es que viene de la oficina, no tuvo tiempo de cambiarse. —Explicó Kihyun.
—Eso se puede arreglar. —Sonrió la desconocida.
Tomó de sus cosas un par de collares de colores como los de fiestas de temáticas hawaianas, igual que unas pulseras con todos los colores, mientras su novia pintaba unas franjas de colores en los pómulos del moreno.
Shownu solo se dejaba hacer, sintiendo felicidad por lo amables que eran todos y por escuchar las risas y pláticas de otras personas que pasaban junto a ellos.
—Mucho mejor -dijo uno de los chicos al terminar—. Hay que seguir el recorrido juntos. —Sugirió y todos estuvieron de acuerdo.
Una vez más, Shownu tomó la mano de Kihyun, haciéndolo sonreír encantado. Siguieron el camino con sus nuevas amistades, cantando todas las canciones que se sabían, y hasta presenciando un par de propuestas; no importaba si las personas ajenas a todo el movimiento les miraban y juzgaban mal, o si el gobierno no reconocería la unión, a partir de ese día para ellos comenzaba un nuevo capítulo de sus vidas.
Sus pieles lucían rojas por estar bajo los rayos del sol dos horas, por eso se habían acercado a un chico con una hielera que vendía helados y paletas congeladas.
Kihyun comía su paleta de fresa mientras las bolas del helado de galleta de Shownu eran servidos en la galleta, cuando todos en la avenida notaron que algo extraño ocurría; quienes marchaban al principio comenzaron a correr, algunos gritando que dieran la vuelta o se escondieran. No tardó más de un minuto, las patrullas y unos cuantos tanques del ejército aparecieron, como si se tratara de un acto de terroristas.
Shownu que no había soltado a Kihyun, le indicó que subiera a su espalda, comenzando a correr hacia los lados para intentar perderse en alguna otra calle. Sin embargo, sabía que era inútil, que las ropas y toda la apariencia de los dos era como si vistieran blancos de tiro.
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𝐎𝐍𝐄 𝐖𝐀𝐘 || ꜱʜᴏᴡᴋɪ
Short Story"Pestañea con naturalidad. Mientras pestañeas sentirás que tus párpados pesan. Entrarás en tu vida pasada cuando yo cuente hasta tres. Prepárate. Uno. Dos. Tres." p: 16/01/22 t: 27/01/22