The Sidequesters: First Mision

Deuteros (N)

Los calabozos brillaban con tal intensidad que los tres chicos debían cubrirse los ojos de vez en cuando. Ya llevaban trece días encerrados ahí, por culpa de la tergiversación de quiénes eran ellos y cual era su misión. Trataron de explicarle al consejo de Lémures Luminosos el gran error pero no les dieron tiempo.

Las jaulas eran de barrotes de electro y piso de mármol grabado con el patrón de la doble "L", tenían espacio suficiente para cada uno así como camas y la comida que llegaba sin demora, pero no dejaba de ser una jaula.

Hasta donde podían ver, del lado derecho, había una fuente hecha de morganita de la que salía un agua color morada que desprendía un aroma relajante sin ser excesivo. Y del izquierdo una cascada interna que debía tener salida al exterior pues sino ya se habría inundado toda el área de los calabozos, el agua que caía de vez en cuando traía flores negras que se parecían a las rosas.

Todo muy hermoso. Pero vacío a excepción de ellos.

—¿Saben que es lo más frustrante de estar aquí?—dijo Jevh.

—¿Qué?—dijo Kai.

—No lo hagas más difícil—dijo Wells.

—Que ni siquiera llegamos lejos, hemos pasado solo dos ciudades de todas a las que tenemos visitar y ahora estamos aquí atrapados por culpa de quién sabe qué.

—Al menos el lugar donde estamos queda cerca de la tercera ciudad—dijo Kai.

—De nada nos sirve estar cerca si no podemos salir de aquí—dijo Wells.

Los otros dos chicos sabían que Wells estaba en lo correcto. Los habían contratado como Sidequesters no por qué tanto progresaran sino para que cumplieran la misión por completo. Les intrigaba qué querían los Lémures Luminosos con ellos, pareciera que simplemente los dejarían encerrados ahí abajo hasta pudrirse sin motivo alguno. En las dos ciudades anteriores todo había salido viento en popa, así debió ser en todas pues la misión es simple: recuperar los Doce Libros Antiguos de Java.