Suspiré con notable molestia y asentí firme para luego dejar el lugar. Tome con fuerza la manija dorada de la gran puerta de cristal que dejo pasar un frío acelerado a mi cuerpo, frunci el ceño, y con más molestia, abrì la puerta y di pasos firmes que destacaban en la silenciosa sala de espera por los tacones que llevaba. Me dirigí hacia el ascensor y presione el botón blanco justo al lado, a los segundos me encontraba bajando por el.
Llegue abajo saliendo del ascensor con los mismos pasos, firmes y fuertes. Busque en la cartera que colgaba de mi hombro las llaves de mi auto, hasta encontrarlas. Atravesé la puerta de cristal que abría paso hacia el estacionamiento. Me monte en mi auto y lo prendí con fuerza. Salí de aquel lugar con furia. Paré el auto al frente de una odontología, mi trabajo.
Dí suaves golpes a la puerta de vidrio y enseguida apareció un sonido y la puerta se abrió. Entre y sentí el frío adueñarse de mi. Me fui a mi pequeña oficina y me senté rusticamente prendiendo la computadora negra que tenia a la derecha, justo al lado del desastre de carpetas y papeles. Coloqué mi cartera hacia un lado, sin antes sacar mi celular y colocarlo en la mesa, me termine de acomodar.
Una mujer un poco mayor entró acercándose directamente a mi.
-Tengo cita con la Doctora Nathaly Pars.- Dijo buscando algo entre los papeles que tenia en sus manos.
-Nombre.- Dije firme abriendo la página de la odontología en Internet.
-Antonia Mabe.- Dijo dándome la factura con la que se aparta la cita.
Yo asenti y escribí algunas cosas en la computadora que como resultado, supe que aun no era la hora de la cita.
-Tome asiento y espere un rato.- Dije firmando la factura para después entregársela. Ella asintió y se fue. Los siguientes minutos revisaba mi celular, pero no surgió nada interesante.
Sentí unos codos apoyarse de mi silla y voltee.
-Que tal te fue?.-Dijo Cella haciendo una cola de caballo con su larga melena amarilla.
Bufe con muchas fuerzas. Ella volteo los ojos y se colocó al frente de la mesa.
-No te aceptaron, ¿cierto?.- Dijo ella abriendo un paquete de pequeños chocolates.
-No!.- Grite apretando mi cabeza con mis manos.
-Tranquila.- Dijo ella con una sonrisa mientras me ofrecía chocolates, yo tome algunos y los metí en mi boca.
-Tranquila? Entiendes que esa era mi oportunidad para por fin ser alguien?.- Dije volteando mis ojos molesta.- Hubiera podido llegar a ser una gran fotógrafa.- Bufe molesta.- Y no mas una simple asistente en una odontología.- dije metiendo otro chocolate en mi boca. Y ella rió.
-Escucha.- Dijo mirando su reloj.- En dos horas estamos libres, iremos a beber.- Dijo sonriendo.
Negué.
-Lo siento, pero paso.- Dije levantándome para ir a una oficina para sacarle copia a unos papeles, ella me siguió.
-Debes relajarte!.- Dijo mientras me seguía.
-Debo trabajar mas.- La corregí. Ella rió.
-Oh vamos, Lyran tienes 26 años, debes divertirte.- Dijo ella sonriendo.
-Nada de eso.- La fulmine con la mirada quitandole los chocolates.- Ve a trabajar.- Dije y ella se fue riendo un poco.
[...]
A las horas el trabajo terminó y logre convencer a Cella para que no insistiera tanto.
Llegue al pequeño apartamento que tenia alquilado, me coloque una pijama de colores y me senté a terminar en la computadora el currículo que necesitare en unos días para otra entrevista.
Mis párpados me comenzaron a pesar así que cerré la computadora, me acosté y cerré los ojos.
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The Shadow of a Dream.
غموض / إثارةSu pasión nunca fueron los cómics, ni las historietas. Siempre se ha guiado por un mundo más realista. Desde pequeña ha pensado que es muy estúpido crearse un mundo ficticio en la mente. Nunca se atrevió a activar su imaginación más allá de un mundo...