San Valentín

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Feliz San Valentín, espero les hayan dado muchos chocolates y regalitos. Si no, mi regalo para ustedes es este one-shot sjjdk❣️.
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—Me rechazó...

—Creo que fuiste la número trece.

Catorce de febrero.

A Chuuya no le gustaba esa fecha.

En su escuela siempre recibía chocolates, ya sean hechos en casa, comprados, de compromiso o por declaración. Sin embargo, solo aceptaba los de compromiso y, además, debían ser comprados.

No le gustaba aceptar los chocolates de las niñas que se declaraban, pues sentía que aceptándolos, también lo hacía con sus sentimientos. Lo cual no era así. No quería ilusionarlas tampoco, pues estaba seguro que podrían encontrar a alguien mucho mejor.

Así que sí, rechazaba a varias, lo cual sentía era extraño... Por lo que le sorprendió ver que no era la única persona que pasaba por esa situación.

La cafetería "Arahabaki" había sido abierta hace menos de dos meses. Sus amigos siempre le invitaban a ir, que vendían uno de los mejores cafés y frappés. Sin embargo, no había podido por culpa de los exámenes, las fiestas, las prácticas de béisbol y las tareas. Había estado ocupado hasta los cojones, ugh.

Diría que no sabe porqué es que decidió venir un catorce de febrero, un día que sabía estaría lleno de gente... Pero sí que lo sabe.

Días atrás, escuchaba por pura coincidencia varias de las conversaciones de sus compañeras.

—¡¿No has ido a la cafetería Arahabaki?! ¡El de la caja es muy guapo!

—¡Ayer me sonrió!

—¡Y es super alto también!

—¿Crees que tenga oportunidad si le doy chocolates el catorce?

—Hmmm, podríamos intentarlo.

Por supuesto, le dio curiosidad. ¿Alguien tan apuesto que algunas de las niñas de su salón estaban dispuestas a darle chocolates? Intrigante, bastante. Tenía que ver eso con sus propios ojos. Además, ese día no tenía práctica, ni tarea, ni nada pendiente, por fin estaba libre.

Solo iría unos minutos, pediría un café, vería al supuesto chico de la caja apuesto, y se iría.

Ese era el plan...

Hasta que entró a la cafetería.

El olor era exquisito; siempre le ha gustado el café, toma uno tres veces a la semana porque sabe que tampoco es bueno tomarlo diario, pero este olía diferente, único... Olía al café hecho en casa que hacía una abuela, a café hecho con el propósito de hacer feliz a alguien, no de comercializar, no de vender.

Y sí, el lugar estaba rebosando de gente, pero esperó pacientemente en la fila para pedir lo que tomaría.

Sacó su celular en lo que la fila avanzaba. Escuchaba de vez en cuando los murmullos de las niñas... Pero desde donde estaba y, con tanta gente, no podía ver la caja ni al joven, así que mejor se enfocaba en su pantalla.

Habían varias publicaciones de parejas... En absolutamente todas las redes. Revisó sus mensajes mejor.

Kouyou le preguntó qué quería cenar

Akutagawa, su amigo, le dijo que solo recibió dos chocolates, así que Chuuya debía invitarle de los de él luego.

Mensajes del grupo del salón... Del equipo de béisbol... Nada interesante, sinceramente. Le preguntó a Kouyou si quería algo de la cafetería, luego se molestaba si no le compraba nada y-

Soukoku Fluff Week 2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora