[ Agua que no has de beber ] RebCoy - Rebornplay

Capítulo 1:2

Un relámpago se escucho por todas partes, una señal de los dioses.

Un gran estruendo que espanto los sensibles oídos de cierto oso.

— ¡Me cago-! Dios mío... —

Sintió un escalofrío recorrer por toda su columna vertebral.

Era sensible a los ruidos fuertes, pero sorprendentemente eso le ayudaba a tener un ultra instinto.

Era conocido por identificar muchas cosas que se encontraban en su entorno sin si quiera verlas.

Pero aún así tenía una fuerte debilidad.

Y es la ya antes mencionada.

Esbozo una sonrisa.

Estaba escuchando algo que ahora mismo era música para sus orejas.

— Sé feliz... —
Susurro al viento.

Movió unas cajas ya solicitadas por Dess.

Una gran persona con el deber de formar manadas y defender a animales indefensos corriendo por sus venas, pero aún así los animales lo apreciaban por saber cuando las cosas eran debidas y cuando no.

— Muchas gracias tío, esto servirá para el show pirotécnico que están armando ahora mismo, tengo que llevárselos a Focus antes de las cinco —

Habló de una manera tan rápida y poco entendible.

Pero el oso aún así levanto su pulgar y asintió.

Corrió hasta la parte detrás de un escenario bien instalado, solo para toparse con el cuervo.

Cual poder era ascender hasta alturas imposible de llegar por un ser humano normal.

Volaba cual pluma suelta por el aire.

— ¡Dess! Llevo toda la mañana esperando este paquete desde las 6 de la mañana! —

El de aspecto de lobo abrió los ojos de par e par.

— ¡En mi humilde excusa, había mucho tráfico! —

Puso las manos para protegerse de un inminente golpe.

A lo que el cuervo suspiro.

—Dime que por lo menos le advertiste a Rubius sobre sus precauciones... —

El lobo parecía procesar la información dicha.

— Ahora entiendo que era lo que se me estaba olvidando... —

— ¡Dess! —

De pronto callaron al ver a dicho Patriarca pararse por un lado de ellos.

— Focus, todo ya está por comenzar, te recomiendo que todo el espectáculo lo sea dirigido de manera horizontal —

Ahí fue el momento que el lobo aprovechó para salir corriendo sin que se dieran cuenta de su existencia.

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Un payaso de aspecto extraño se encontraba frente a una de muchas puertas dimensionales que allí se encontraban.

Sonrió de manera enojada.

Lo habían mandado a el por su carencia de habilidad mística.

Llegó el punto en el que no le importó una mierda, pero en verdad no le gustaba para nada que lo trataran como a un inútil, mucho menos que le dieran trabajos de tan poca relevancia como lo era recojer a un desconocido.

Nadie lo comprendía.

Era una unión de tres pueblos y sus divisiones.

Construcciones aleatorias y casas de tamaños gigantescos.

No tiene pierde.

Suspiro.

Se levantó listo para irse y en su mente creaba una excusa para que no lo reprendieran por abandonar su puesto.

Cuando un brillo intenso inundó el portal, anunciando la activación de este.

Desde hacía cinco años no se veía ese brillo...

— “Aviso, nuevo habitante, Ricoy...  —

Sonrió con fuerza agarrando su celular.

— Auron,  ya está aquí...—

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