El castaño seguía al de aspecto de payaso.
Mirar al rededor era como mirar al paraíso, todo estaba alimentado por colores vivos y llamativos, atraían de una manera especial y cálida.
El agua tan cristalina que podría ser usada como espejo, a simple vista se podían ver a los peces sobresalir de esta misma.
Sonrió para sus adentros.
Una brisa fría acarició su rostro.
Todo era magnífico.
Todo era tan místico.
— Pareces muy emocionado por estar rodeado de tanta alegría —
Suspiro el payaso.
Ahí fue cuando su atención se enfocó en este.
— No quiero arruinar nada que ya este preparado, así que solo te diré que tu objetivo más importante aquí, es proteger y servir a la gente... — Se estiró — Si incumples las normas, serás llevado al exilió —
Mencionó lo último en un tono serio.
— Tío, estoy completamente consciente de mi deber en este lugar, no fallare en proteger a alguien, lo prometo —
Apoyo su mano en la vestimenta amarilla en forma de seguridad.
— Creeré en ti, sígueme, estamos cerca de llegar —
El de ojos claros asintió.
Realmente estaba confiado en salvar a todos.
Era experto en la caza, supervivencia y sobre todo, métodos de guerra.
Era una persona hábil, eso el mismo lo reconocería.
Construía bases de defensa personal, laberintos y más por tal de confundir a sus enemigos.
Y los que lograban pasar de esas trampas...
Era mejor dejarlo así.
Se sentía hermosamente orgulloso de lo que había logrado.
Todos lo respetaban y ahora sería admitido en una de las uniones más poderosas en todas las dimensiones.
Su habilidad mística consistía en identificar el punto débiles de los enemigos con tan solo verlos.
Con una mirada podía ver hasta la identidad de una persona.
Algo simple y que facilitaba su trabajo.
Seguiría sumido en sus pensamientos, hasta que vio que el de ropajes amarillos se detuvo.
— Bienvenido, ahora formas parte de Tortillaland, esperamos tu mayor aporte a esta gran e importante comunidad —
Sonrió con dedicación.
Ricoy alzó su mirar para ver un lindo cartel que le daba la bienvenida a ese pueblo.
Sentía que muchos de sus sueños, estarían por cumplirse.
Al pisar la fina línea que separaba frontera de unión vio a un grupo de personas acumuladas en la entrada, algunos sosteniendo carteles que inscribían "¡Bienvenido!"
Las losas de piedra se iluminaban de dorado cuando el Patriarca de ese grupo de personas pasaba.
— Te quiero dar una valiosa y cálida bienvenida por parte de todo este maravilloso pueblo, esperamos tu pronta colaboración y protección para seguir con la siguiente generación de ser personas realmente de valor —
Cuando este junto sus manos, todos gritaron en armonía.
— ¡Bienvenido a Tortillaland! —
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[ Agua que no has de beber ] RebCoy - Rebornplay
FanfictionLa sangre de los dioses se derramó en el suelo de aquella tierra marchita, haciendo que miles de flores empezarán a florecer en un abrir y cerrar de ojos. El niño con un leve rastro de fuego en su cabello dejó de derramar gotas saladas por sus dora...