06: Love.

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Maeve sentía que nunca antes había estado así de feliz, todas sus preocupaciones al fin se habían ido por completo.

Estaba fuera de S.H.I.E.L.D

Druig sabía la verdad y la aceptaba, los dos estaban listos para conocerse de nuevo

Y RJ Boyle había dejado Hydra sin previo aviso, el y Maeve habían llegado a un acuerdo. Además, pronto se cambiarían de casa ya que esa estaba fichada por la organización que había creado a Maeve.

—¿Sabes que es curioso?, que Bucky te conoce desde que eres una niña —pregunto RJ divertido mientras empacaba sus cosas en compañía de Maeve. —Turbio, los dos se conocieron cuando solo eran experimentos.

—Cierra la boca —le ordeno sin ganas de hablar del tema, —ire a ver cómo va la reparación de la cocina.

Salió de la habitación para después bajar a la cocina, toda la semana Druig había estado reparando la parte que quemó de la cocina, era muy decidido y eso le gustaba a la indecisa de Maeve.

—El te quiere mucho... —solto en cuanto sintió su presencia en la cocina, toda la semana durante la noche la pasaban en el patio trasero explorando sus habilidades.

Druig le hablaba sobre su familia y Maeve le compartía todo que sabía porque tal vez no tuvo una familia, pero tenía uno de los intelectos más altos.

A veces de la nada le lanzaba un dato irrevelante, nunca tuvo a nadie a quien compartirle todo su conocimiento y el hecho de que el la escuchará hablar sobre cualquier cosa la hacia inmensamente feliz.

—Lo se, somos como hermanos —comento sabiendo que hablaba de RJ, el espía que había intentado matarla tiempo atrás.

—No, el te ve como su madre. Eres una heroína para el —la contradijo, —no lo demuestra pero te quiere.

—¿De verdad me ve como a una madre? —le pregunto asombrada, pues solo era algunos años mayor que el.

—Como la mejor de todas —respondio, —luces increíble bajo la luz del sol ¿Ya te lo había dicho, mi hermosa Maeve?

—Estoy segura de que si lo hubieras dicho lo hubiera recordado —respondio, —eres increíble, Druig.

Druig se acercó a ella tomándola del rostro, Maeve sonrió y cerro los ojos. Toda la semana había estado esperando a que el lo hiciera, que la la besara pero el no hacía ningún movimiento. Era frustrante porque ya habían tenido muchas oportunidades y siempre todas eran interrumpidas, o RJ no los dejaba a solas.

Druig estaba por besarla, en verdad lo estaba, sus labios estaban a solo centímetros y sus respiraciones chocaban pero como era costumbre volvieron a ser interrumpidos, la puerta de su casa había sido tocada de forma violenta que se separaron rápidamente.

—¿Es que no puedo querer besar a mi esposa? —pregunto a la nada molesto, y Maeve solo pudo fijarse en que la había llamado esposa.

No lo hizo espera más y fue ella quien lo beso sin previo aviso, era un beso hambriento por parte de los dos, era tan placentero que no les importo quien estuviera en la puerta.

Fue un beso realmente largo y hubiera durado más sino fuera porque necesitaban respira, una vez separados los dos se vieron con una sonrisa cómplice. Los dos repitieron la acción, se habían vuelto a besar y está vez era un beso salvaje lo que encendió a Maeve y la hizo desear no parar y quizás ir un poco más lejos.

La luz que entraba al lugar los quemaba pero eso no importaba, estaban seguros de que nada podría deternelos hasta que oyeron el golpeteo en la ventana de la cocina.

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