Extra

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Entró con mucho cuidado a la casa, con pasos casi inaudibles por dejar sus zapatos en la entrada. En cambio, caminaba con las calientes pantuflas que su novio le había regalado de koala.

Adorable.

Sabía que Jin estaría dormido en el cuarto de ambos, así que hizo todo con mucho cuidado.

La puerta apenas se había oído cuando entró, y ahora estaba dejando sus cosas en el sillón de la sala para después ir a la cocina a tomar algo de agua.

Había comido en su trabajo con la bandeja de comida que le dejó su pequeño amor. Él era un ángel.

Sirvió el agua en el vaso de vidrio con cuidado, y bebió de él tranquilamente, pensando en que mañana sería sábado y podia descansar al fin.

Quizás puedan ir con Jin a algún lugar de paseo, dormir hasta tarde, volver a casa, hacer el amor y no despertar hasta el domingo a la tarde.

Sonrió al pensar en todo. Era un excelente plan.

-Hola Joonie~.- ronronearon en su oído, espantándolo de repente pegando un ligero saltito, provocando que el agua de su vaso se cayera un poco. Las manos cálidas del chico rodearon su cintura hasta posarse en su abdomen, dónde fué acariciando sobre la tela de su camisa.

-Ho-hola amor. Me asustaste, creí que dormías.

-Oh... Lo siento papi. No volverá a pasar.- besó su nuca, y Namjoon apretó con su mano fuertemente el vaso, a la vez que sus pies se contraían ante los besos ahora en su cuello.

-Jin...- suspiró.

-Mmh~. ¿Quieres que vayamos a divertirnos? Mañana tenemos el día libre.

Namjoon asintió sin pensarlo, dejándose llevar por los besos tibios, entonces volteó.

Y oh santa virgen.

-J-jin.- jadeó al ver cómo estaba vestido el chico, que sólo portaba unos apretados pants negros, una larga camisa blanca abrochada de un sólo botón en medio la cuál era SU camisa, medias blancas y largas hasta los muslos y un maquillaje que consistía en hacer sus pestañas más largas que ahora se batían coquetamente para él, y un labial brillante que resaltaba sus labios jugosos que ya quería mordisquear.- Joder amor.

Namjoon tomó su cintura mordiendo su labio inferior, apreciándolo de pies a cabeza mientras Jin reía y enredaba sus brazos al rededor de su cuello.

-¿Todo esto es mío, bebé?- sonrió apretando su cintura.

-Todo tuyo Joonie... De nadie más.- mordió su labio ahora él, y una mano bajó desde su cuello hasta pasar por su abdomen marcado y por último el duro bulto que se había agrandado más con las últimas palabras.- Sólo de papi.

-Mierda bebé, hoy no dormiremos.

-Tampoco quería hacerlo.- rió bajito.

Se separó del moreno que estaba aún idiotizado con su cuerpo, tomó su mano despacio y comenzó a caminar hasta su habitación meneando las caderas, sabiendo que ahí estaba la vista del otro.

Namjoon no podía apartar la vista de su trasero que era apretado por esos pants negros, mordió su labio y bajó su mano a su erección comenzando a frotarla sobre la tela con la imagen del cuerpo perfecto de su novio.

Gimió bajito en medio de su masturbación, y Seokjin rió.

-Más vale que no te estés masturbando desde ya, pervertido.

-N-no bebé.- mordió su labio aguantando otro gemido, apretando su bulto cuando su novio comenzó a subir las escaleras echando más hacia atrás su trasero.

oh mami¹ © namjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora