04. Marauders

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El sol brillaba a través de la ventana del dormitorio de los niños, el único sonido que flotaba en la habitación era la respiración pacífica de los tres cuerpos dormidos en la cama tamaño king y el fuego crepitaba en el calentador en el medio de l...

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El sol brillaba a través de la ventana del dormitorio de los niños, el único sonido que flotaba en la habitación era la respiración pacífica de los tres cuerpos dormidos en la cama tamaño king y el fuego crepitaba en el calentador en el medio de la habitación. Sirius estaba en la parte superior de la cama, conducido horizontalmente, actuando como almohada para ti, con la cabeza apoyada en la parte inferior de su estómago. Tu cuerpo estaba en el medio de la cama, cubierto por el buscador de Gryffindor, ahora despierto, que silenciosamente se inclinó sobre la cama para recuperar sus anteojos antes de volver a apoyar su cabeza contra tu pecho desnudo, saboreando en estos momentos de calma antes de que comenzara el día, la suave la piel de tu pecho rozando su mejilla. James miró a su lado, viendo el gran espacio vacío donde debería haber estado el último miembro de su cuarteto, pero recordando que Remus tenía que levantarse antes de que saliera el sol para hacer un recorrido rápido por el castillo como parte de sus deberes de prefecto, no seguro cuando volvería.

Tomando una respiración profunda, James dejó que sus manos vagaran ociosamente sobre tu abdomen, con cuidado de no despertarte todavía, sino simplemente disfrutando de la sensación de la piel bajo sus ásperas yemas de los dedos, observando cómo tu piel se tensaba y saltaba cuando pasaba los dedos cerca de tus caderas. donde eras más cosquilloso. Sus manos alcanzaron tus muslos, rozó el exterior cuando sus dedos rozaron algo más que estaba en la cama de tus actividades de la noche anterior. Una sonrisa se dibujó en su rostro cuando recogió el consolador que Sirius había usado contigo la noche anterior. Tomándose unos segundos para decidir si continuar con el plan que acababa de decidir o dejarte dormir, James decidió que siempre podías tomar una siesta más tarde y giró la cabeza para darte un beso delicado entre tus senos antes de relajar su cabeza hacia atrás. hacia abajo, mirando hacia el fondo de la cama una vez más.

Moviendo su dedo más abajo, rozó tu montículo sin afeitar, rozando ligeramente tu raja, sintiendo ya tu humedad filtrándose. Una sonrisa apareció en su rostro mientras se movía muy lentamente hacia abajo hasta que sintió el pequeño manojo de nervios entre el pliegue y comenzó a moverlo hacia arriba y hacia abajo con la punta de su gran dedo. Debajo de su oreja, sintió que tu respiración se entrecortaba ligeramente, tu corazón comenzaba a latir más rápido mientras apretabas los muslos. Cambiando el ritmo de su dedo, James comenzó a moverlo en círculos, amando los pequeños gemidos que comenzaban a salir de tu boca mientras girabas la cabeza para quedar frente a la cara de Sirius, todavía dormido. Preguntándose qué pasaría antes de que te despertaras, aplicó un poco de presión en tu clítoris, lo que provocó que tus muslos se apretaran un poco más sobre su mano, un sonido desesperado salió de tu garganta y, en consecuencia, hizo que el hombre en la parte superior de la cama se despertara. y mira la vista delante de él.

Al principio, Sirius pensó que estabas teniendo una pesadilla, no podía ver lo que estaba haciendo James porque estaba de espaldas a él, movió su mano para ahuecar tu rostro y despertarte suavemente, pero se detuvo y vio tus rasgos faciales relajados, tu boca débilmente abierto cuando otro gemido salió de tus labios, sus ojos se deslizaron más abajo, notando tus dos pezones erectos y tu pecho subiendo y bajando rápidamente. Al pasar junto a su chica, vio los músculos de los brazos de las púas apretándose con los sonidos que estabas haciendo.

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