Requin◞♡° YiZhan

- ̗̀ᴍʏ ᴏᴍᴇɢᴀ ɪꜱ ᴘʀᴇɢɴᴀɴᴛ ̖́-

Con el pasar de los días, el alfa y el omega entablaron un hermoso vínculo, ahora se conocían más de lo normal ya que se la pasaban todo el día hablando sobre cualquier cosa de su vida o temas irrelevantes pero que ambos escuchaban como si fueran importantes.

Tal vez YiBo no sabía del todo como es un híbrido felino, pero había logrado captar todas las señales del omega en cinta. El apego de Zhan hacia YiBo era demasiado alto, se la pasaba todo el día apegado a YiBo y se ponía a ronronear mientras estaba acostado sobre su pecho.

Además de que el omega comenzaba a gruñir y sollozar cuando YiBo se alejaba un poco. Tal parecía que un omega felino necesita la completa atención del alfa cuando está esperando sus crías.

E YiBo tampoco es que se quejara demasiado, amaba a su omega y permanecía todo el tiempo junto a él, incluso fueron a la ciudad juntos.

Zhan pudo reencontrarse con su dueño, le explicó todo lo que había pasado y como estaba actualmente, Zhou Cheng escuchaba atentamente todo pero aún así sabía lo que le esperaba después.

Sabía que Xiao Zhan partiría rumbo con su alfa nuevamente a dónde sea que estén viviendo juntos. Sabía que Zhan no se alejaría de él y que quería que YiBo permaneciera todo el tiempo con él.

Tampoco es que pudiera adoptar a Wang YiBo, primero que todo YiBo no se consideraba una mascota como Zhan, segundo, YiBo tenía que estar cerca del océano y Zhou Cheng no podía comprar un tanque tan grande para YiBo.

Después de la visita y de la despedida de Cheng y Zhan, YiBo junto con el omega fueron a una farmacia dónde compraron una prueba de embarazo, el omega se la hizo y efectivamente estaba esperando crías de Wang YiBo.

No sabía cómo serían, si serían felinos y tiburones o incluso mixtos, pero ya amaba a los pequeños seres que crecían dentro del omega. Y cada vez se enamoraba más de Xiao Zhan, del hermoso felino que había encontrado en aquella cajita.

Mientras el omega y el alfa estuvieran juntos, para ambos todo iba a estar bien, se habían enamorado y bueno, muchos mimos y besitos comenzaron a hacerse presentes durante todo el embarazo de Zhan.

Y bueno, también tenían que comprar unas cosas para los bebés, y claramente ropa para Zhan y Wang YiBo, ya no podían estar desnudos todo el tiempo y solamente ponerse un par de trapos para ir a la ciudad.

Ahora ambos estaban recostados sobre la arena de la pequeña isla en la cual vivían, o bueno, no era tan pequeña aquella isla. Zhan sentía como sus deditos de sus pies se llenaban totalmente de arena, mientras que su colita esponjosa estaba totalmente impregnada de está.

—¡Yah! Me costó mucho quitar el barro de mi colita. —Dijo Zhan haciendo un puchero.

—No te preocupes, tesoro, prometo que yo la limpiaré. —Dijo el alfa apretando con cuidado la suave y pequeña mano del omega felino.

—¡Está bien, lindo tiburón! —Dijo Xiao Zhan girándose con cuidado para besar la mejilla del alfa.

—A veces creo que eres un chicle, pero vaya que me gusta que seas así —Dijo YiBo guiñándole el ojo al omega.

—Y yo creo que tienes cara de ser una pantera, pero me gusta que seas así. —Dijo el omega mientras veía con gracia la expresión del alfa.

—¡Ya te dije que no soy una pantera! —El alfa se cruzó de brazos mientras aún seguía recostado sobre la arena.

—Pero para mí siempre parecerás una linda pantera, no me sorprende si nacen crías de panteras en vez de tiburones o gatitos. —Dijo Zhan abrazando a YiBo.

El alfa no se resistió ante el abrazo del omega, y claramente se giró ahora para abrazarlo a él, mientras que llevaba una de sus grandes Xiao Zhan sintió una pequeña corriente cuando el alfa movía con cuidado su mano sobre su vientre desnudo, amaba cuando su alfa le daba mimos a su pancita.

Incluso siendo un temible tiburón, YiBo parecía la criatura más tierna cuando se trataba de sus crías dentro de su lindo omega.

Les cantaba, les hablaba, les repartía caricias y besos, y les traía los mejores pescados que hubieran en el mar, o incluso algún otro animal que Xiao Zhan pudiera comer para tener energías y alimentar a sus crías.

YiBo estaba totalmente enamorado del bello omega y de la maravillosa vista que tenía todos los días cuando se levantaba y veía la carita angelical del omega a su lado, durmiendo tan profundamente y plácidamente.

Wang YiBo se sentía como el tiburón más afortunado de todos, tenía un precioso omega, sus crías estaban en camino y sabía que todos los días, el amor entre él y el omega jamás se iba a acabar.

Estaban unidos, compartían un vínculo que ambos sentían, incluso sin haberse conocido desde años atrás.