Me encontraba sentado a la orilla de mi cama con la cabeza hecha un desastre.
Sí, mi cama, porque ella ya no estaba.
Una punzada de dolor me atravesó el pecho por el simple hecho de recordarlo. Lo siguiente fue peor.
—Lista? —Tapé esos ojos negros que tanto me gustaban.
—Lista —Asintió mientras sonreía.
—1...2...
—¡3! —Gritó emocionada a la vez que quitaba mis manos de encima.
En su rostro pude ver una mezcla de un claro asombro con un destello especial de emoción que se clavaron en sus ojos.
—Dax..., ¿esto es en serio? —Dijo mientras inspeccionaba el lugar.
Frente a ella se encontraba un pequeño pero acogedor departamento que había adquirido.
—Absolutamente —Le sonreí.
Y antes de que hubiera podido decir algo mas, tiró de mi brazo y me besó.
Los ojos se me llenaron de lágrimas.
Y justo cuando mis ojos estaban a punto de estallar en lágrimas... me contuve.
Si en verdad quería encontrarla, no podía seguir así. Tenía que ser fuerte. Por ambos.
Era un sentimiento extraño, me sentía vacío pero no arrepentido. Tal vez no estuvimos pasando tanto tiempo como a ella le hubiera gustado, pero sí tuvimos nuestros buenos momentos. Al menos por mi parte, yo me sentía muy bien a su lado, como si estuviésemos construyendo una casa ladrillo a ladrillo, juntos.
Algo que me carcomía por dentro era la duda de que si ella estaba sintiendo lo mismo que yo. Si me extrañaba o si ha pensado en volver. ¿Cómo saberlo? Ni siquiera contestaba el celular, ni ella ni su familia.
Fui a buscarla a la universidad, tampoco estaba. A su casa, tampoco. Su familia disque no sabía dónde estaba.
Solo quedaba la esperanza de que nos volvamos a unir. De que nos encontremos confesemos que aún nos amamos, que todo tiene solución.
Solo eso me quedaba. Paciencia.
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Heaven
RomanceUna ruptura y un corazón roto. O mejor dicho... dos. Dax Cross, un joven de veintidós años que después de 'terminar' una relación de dos años de puro amor, decide refugiarse en la esperanza de que algún día ella volviera. ¿Ella volvió? Y si es así...
