Estúpidos Clichés [EDITANDO]

Despierta, por favor

-Hola Thea.- Saluda Tay.- Ya me iba.

-Oh, ¿En serio?- Pregunto.

-Si, tengo una cita con Bella.- Dice.

-Si, sobre eso...- Murmuro y me paro derecha.- Creo que debes darte un tiempo para tus amigos.

-¿Qué?- Pregunta confundido.

-Mira, adoramos lo feliz que estás.- Digo.- Pero también eras feliz con nosotros. Te apoyamos y ayudamos en todo, queremos que vuelvas. Comprendemos que sea tu novia, pero somos tus amigos, no nos puedes dejar de lado por una chica.

-¿Dejar de lado?- Pregunta.- Thea, Bella es mi novia y hace mucho que no la veo. Quiero que se adapte a todo.

-¡Maldita sea, Taylor! ¡Pasaron tres meses!- Chillo.- Ella ya debió haberse acostumbrado.

-Perdón, pero Bella es mi novia y estaré junto a ella.- Dice.

-Eres mi mejor amigo, ¿Dónde mierda estás cuando te necesito?- Pregunto.

-Con mi novia.- Dice saliendo.

-Taylor.- Lo llamo y voltea.- No estés con ella por pena. Amas a Jenna, y tú mismo te mandas a la miseria.

Me mira enojado y lleno de odio y gruñe:

-Vete a la mierda, Thea.- Sale y me deja sóla junto a Travis.

Volteo a mirarlo y su rostro pálido me rompe el corazón.

-Hola Travis.- Saludo.- Espero que te sientas bien hoy. Yo he tenido un día estresante. Jenna se a follado a todos los del equipo de Lacrosse. Summer ya se ha ido y todos la hechamos de menos. Sam nos odia a todos y se a vuelto adicto a los libros de matemáticas. Taylor se comporta como un idiota y nos deja de lado, como acabas de ver. Tus padres me odian, el otro día me gritaron por venir a verte. Mi hermano se va a casar y seré dama de honor. Quería que fueras a la boda, pero los doctores dicen que tal vez no te despiertes. Bradley sigue de pendejo, pero es un amor de persona. Kelly siempre viene, y dime si te manosea para dejarle claro que ni se atreva.- Digo riendo, hasta que vuelvo a mirar su largo cabello.- Travis, te necesitamos, te necesito.- Sollozo.- No sabes cuánto te extraño. Vuelve por favor, vuelve.

-¡Hey, mocosa! ¡Largo!- Grita la mamá de Travis.

-Señora, dejeme con él unos minutos, por favor.- Le ruego.

-Lárgate antes que te bote.- Dice.

-Déjeme más tiempo junto a él.- Le digo.

-Ya vete.- Dice empujandome.

-¡Travis! ¡Despierta!- Grito.

Pero esta no es como la novela cliché en la que se levanta y me defiende.

No lo es.