5. Sobre ahogarse en un vaso de lágrimas || parte 1

89 22 23
                                    

Bruno: estoy en la puerta

Yo: qué temprano

Bruno: me abrís?

Bruno: está lloviendo

Bruno: me estoy mojando todo

Yo: ES VERDAD

Yo: ahí bajo

Bruno: dale

Yo: sisi, todo bien?

Bruno: dale abrime

Fran frunció el ceño. Algo andaba mal.

Yo: yendo

Fran había visto muchas cosas en su vida, pero si había algo que no imaginaba presenciar era a Bruno, parado bajo la lluvia en la puerta de su casa, con cara de perrito triste.

Algo definitivamente andaba mal.

-¿Vamos adentro?-dijo, una vez que se le pasó la sorpresa-Te vas a resfriar.

Bruno asintió en silencio, y Fran le tomó del brazo para guiarlo al cuarto sin saber muy bien porqué. Lo único que sabía era que Bruno no estaba bien y que probablemente necesitaba que lo ayuden, así que abrió su armario y sacó una frazada.

-Tenés ropa seca ahí, ¿no?-apuntó al bolso que cargaba y le entregó la frazada-Cambiate y tapate, si tenés frío. Yo ya vuelvo.

No había nadie en la cocina, sus abuelos debían estar tomando la siesta o mirando alguna novela en su habitación. Mejor, supuso Fran, si nadie le hacía preguntas por el momento, así podría volver rápido con Bruno.

Regresó a la habitación con un té (sin azúcar ni leche, como sabía que Bruno lo tomaba) en la mano, encontrando a su amigo sentado sobre su cama con la espalda contra la pared y la mirada perdida. Se había cambiado y tenía los hombros envueltos en la frazada que Fran le había dado. Sus miradas se encontraron, y Bruno extendió sus heladas manos para que Fran le entregara el té. Sopló suavemente antes de dar un sorbo, murmurando un casi inaudible 'gracias.'

-¿Qué pasó?-preguntó, sentándose a su lado con cuidado-Bah, no sé si me querés contar o no. Pero, lo que necesites, decilo. Estoy acá. Literalmente. Es raro poder decir eso, ahora que me acostumbre a decir "estoy acá," metafóricamente, por mensaje, por la cuarentena y todo...

Su voz se cortó cuando sintió la cabeza de Bruno caer como un peso muerto en su hombro.

-Le dije a mi mamá.

Fran giró la cabeza para mirarlo a la cara.

-¿Qué le dijiste?

Bruno suspiró.

-Salí del clóset, o como se diga-murmuró, desviando la mirada-No se lo tomó muy bien.

Fran posó la palma de su mano sobre el hombro de Bruno, porque tenía miedo de abrumarlo con un abrazo. Le costaba expresarse a veces, pero eso, sin duda alguna, era una señal universal de apoyo.

-Pero, ¿por qué le contaste?

Bruno soltó una risa seca.

-Siempre tenés que preguntar por qué, sos como un nene chiquito.

-Es que hasta donde tenía entendido no querías que se entere.

-No quería que se entere por otros-razonó Bruno, levantando la cabeza para poder mirar a Fran a la cara mientras hablaba-Quería ser yo el que eligiera el momento adecuado.

-Y, ¿por qué sentiste que era el momento adecuado?

Una vez más, suspiró.

-Porque eventualmente lo iba a saber, y estoy harto de mentir cada dos segundos cuando me pregunta por qué no hablo más con Augusto. Aunque, ahora pienso que no debería haber dicho nada nunca.

El amor en tiempos de cuarentena | COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora