Inbetween days || parte 2

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—Ahí me mandó un mensaje por Twitter—murmuró Lara.

—Y, ¿qué tal?

Lara suspiró con alivio.

—Está bien, solo le dijeron que no salga y le sacaron el celu, pero dice que probablemente se lo devuelvan mañana.

—Bueno, bien, entonces—respondió Lucas, haciendo círculos en su espalda con la palma de la mano—¿Viste que todo iba a estar bien?

Lara asintió, pero no parecía del todo convencida.

—A vos te pasa algo más—dijo entonces Lucas—¿Qué es?

—No es nada.

—Lara.

Lara dejó su espalda caer en la cama. Estaban en el cuarto de Lucas. Últimamente pasaban todo el tiempo allí, charlando, haciendo la tarea y escuchando música, con Walter, el perro de Lucas, haciéndoles compañía desde su lugar en la alfombra. Pero hacía un tiempo que Lucas había notado algo raro en la forma de actuar de su amiga, la amiga que conocía desde que tenía memoria y a la que podía leer como un libro abierto.

O podía leer hasta cierto punto, porque cuando Lara quería mantener algo secreto sabía hacerlo muy bien, y Lucas, a pesar de todo lo que bromeaba sobre el tema, no tenía súper-poderes.

—No estabas mal sólo por lo de Bruno, ¿no?—Eso, al menos, podía adivinar. Ya había estado actuando rara desde antes de que Bruno se fuera a lo de Fran.

Lara cerró los ojos y negó con la cabeza, confirmando sus sospechas.

—¿Entonces? ¿Qué pasó? ¿Te hice algo, yo?—dudó que esa fuera la respuesta, porque normalmente decían algo si alguno molestaba al otro, pero por si acaso, preguntó de todos modos. Sin embargo, Lara volvió a negar con la cabeza.—¿Algún trabajo? ¿Profesores? ¿Tus papás?

Se calló cuando vio a Lara abrir los ojos.

—No se callan más—murmuró crípticamente.

—¿No se callan?

—No se callan—se sentó de nuevo, agarrándose la cabeza con las manos—Se la pasan discutiendo todo el día, por cualquier pavada, y después se quedan enojados todo el día, y después se la agarran conmigo porque no saben qué más hacer, y encima ni siquiera es que tengo hermanos o algo como para dividir un poco el estrés de ellos, y, Dios, ¿pensar eso es egoísta?

—Uy, sí, re egoísta, pobre de tus hermanos imaginarios—respondió Lucas, poniendo sus manos sobre los hombros de Lara para calmarla un poco. Luego, sabiendo que el tono sarcástico no ayudaría, inhaló y exhaló por la nariz—'Cuchame, ¿por qué no decís nada? ¿Hace cuánto estás con esto?

—No sé, es que—se agarró la cabeza, pasando los dedos por su cuero cabelludo—Siempre fueron así, medio de discutir bastante, ¿viste?—Lucas asintió—Pero ahora, no sé, pasar tanto tiempo juntos se ve que solo... potenció eso. No sé qué hacer. No puedo hacer nada.

—No tenés que hacer nada—respondió Lucas, un tanto confundido frente a eso—Son problemas de ellos.

—No, ya sé, pero—suspiró—No entendés. No puedo, tipo... Estoy en clase, tratando de concentrarme al menos un poco y están gritando, y se escucha, y tengo que rezar que el profesor no me pregunte algo a mí por miedo a que todo se escuche por el micrófono, y después, cuando me voy a dormir, es como si no pararan, porque los sigo escuchando en mi cabeza aunque ya estén durmiendo, y, y...

Estaba pestañeando rápido, tratando de mantener las lágrimas adentro de sus ojos, y Lucas estuvo a punto de decir algo, pero luego sus miradas se conectaron y las palabras quedaron atoradas en su garganta, porque Lara lo tomó por la mandíbula y lo besó.

El amor en tiempos de cuarentena | COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora