002 - Deseos tontos

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-¡Nos vemos luego Tobes!- Gritó Jim, alejándose a gran velocidad en su bici y dejando atrás al nombrado, quien se dispuso a regresar dentro de la escuela. La hora del receso estaba por terminar y Jim acaba de recibir una llamada de su padre pidiéndole ir a la casa de inmediato, Toby supuso que tal vez el padre de Jim necesitaba ayuda con algo, no era la primera vez que el chico salía en carreras el instante que su padre le necesitaba, siempre había sido un hijo muy atento.

Toby no tuvo tiempo de preguntarle o pedirle explicaciones y sabía que Jim no se las daría, así que solo lo vió marcharse antes de tener que regresar a su monótona clase, escuchando a los profesores hablar de sus próximos proyectos, los anuncios de la llegada de nuevos profesores, la tan aclamada obra escolar y finalmente la llegada de las próximas vacaciones, Toby no podía esperar para ir con su nana a la playa o comenzar su próximo proyecto de verano. Desde el inicio del año escolar la vida había sido mucho más normal y aburrida, su abuela incluso estaba tomando clases de baile para no estar todo el tiempo en casa y Toby en este instante, con un libro de historia abierto de par en par en su mesa y sin siquiera prestar atención a lo que sea que dijera el profesor, deseó por un instante que por lo menos un insecto se colara por las ventanas. Tu vida no se puede volver más aburrida que esto pensó, volviendo a mirar al tablero y encontrándose con un mapa antiguo de Europa. -Si puede.- Murmuró, recostándose sobre su pupitre y terminando de escuchar la clase.

Otro día más que pasaba donde Arcadia seguía siendo aburrida, la escuela era más aburrida y el camino a casa resultaba tan silencioso y solo como cada vez que Jim se desvanecía de la faz de la tierra. -Por lo menos a Jim si le pasan cosas interesantes.- Pensó, pero luego se arrepintió, recordando el rostro agotado de su mejor amigo cada mañana y los moretones o golpes que a veces aparecían de la noche a la mañana en sus brazos o rostro. Toby había platicado eso con su abuela, incluso había intentado persuadir a Jim de que le contara un poco, pero el chico siempre lograba evadir el tema con éxito o solo le mentía, ocultando y alejando a Toby de todo aquello que "no necesitaba saber", colocaba un muro impenetrable entre la puerta de la casa Lake y el resto del mundo. -No entiendo como pudo golpearse la cara...

"Tobias Domzalski"

El tren de pensamientos de Toby se detuvo luego de escuchar a alguien llamarle, se quedó quieto en medio del puente, mirando a los lados y descubriendo que el lugar estaba solo, más de lo habitual incluso, frunció el ceño, ladeando la cabeza y continuó su camino.

"Tobias Domzalski"

Se detuvo de nuevo, llevándose las manos a los bolsillos y sacando su teléfono, preocupado de que estuviera llamando a alguien por accidente, luego pasó sus manos por el resto de su cuerpo, como si buscara un micrófono o un altavoz, alguna broma tonta de los matones de la escuela, pero no había nada. La voz insistente volvió a llamarlo, colmándo con su paciencia. Toby volvió a mirar a su alrededor, llamando a por el gracioso que estuviera molestandole, hasta que se le ocurrió mirar hacía abajo, más específicamente mirar a los canales bajo el puente, sus ojos topándose con una pila de rocas que parecían escombros del puente. -Qué mier-. Una luz azul suave resplandeció momentáneamente y Toby pudo reconocer finalmente que la voz provenía de esa pila de rocas destruidas. -Para nada extraño.- Susurró, fingiendo que no había escuchado nada y tratando de continuar con su camino, sin embargo la voz continuó aclamando por él, cada vez más alto y más alto y ¡más! -¡Está bien!- Exclamó, bajando a los canales en un arranque de ira y caminando hasta la pila de escombros con irritación, manos sudorosas y los cabellos de la nuca erizados.

"Tobias Domzalski"

Dijo el objeto una última vez antes de que Toby lo tomara, su brillo más fuerte y resplandeciente, un objeto de metal, algo pesado, parecía una especie de brújula excéntrica o un reloj raro. Un cristal extraño que no pudo identificar estaba atrapado bajo el metal y unas inscripciones extrañas sobre el borde del objeto, inscripciones que repentinamente, a medida que su cerebro intentaba identificar el extraño lenguaje, comenzaron a cambiar. -¿Pero qué..?- Toby se exaltó, escuchando el eco de algo caerse en la alcantarilla a uno de los costados de los canales. -¡Nope!.- con esa simple exclamación, Toby guardó el artefacto en uno de los bolsillos de su ropa y se subió en su bici, pedaleando a lo que más pudo su cuerpo, llegando en tiempo récord a su calle y luego a su hogar, ni siquiera preguntó si su nana estaba en casa, solo cerró la puerta principal con llave y subió hasta el segundo piso, escondiéndose inmediatamente en su cuarto.

Luz del día es brillante en tus ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora