Tuyo, ¿No lo ves?

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Advertencia: Esta historia contiene incesto, si sigues leyendo es bajo tu responsabilidad.

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Cuando Johnny vio entrar a Daniel al baile del brazo del capitán tal vez no debió sentir nada, no era la primera vez que los veía juntos, no era una nueva noticia. Sin embargo, estaba seguro que jamás dejaría de ser desagradable.

Daniel era suyo, todos parecían saberlo.

Todos menos Eric.

Johnny no tenía nada en contra de Eric, y tal vez si Johnny y su hermano menor no fuesen, digamos, íntimos, diría que era un buen partido para Daniel. Pero Johnny y Daniel van más allá de la intimidad, y la objetividad se desvanece de la mente cuando alguien más mira a Daniel con el mismo interés que él. No, no importaba que Eric fuera un buen tipo, a sus ojos era la competencia.

Johnny estaba limitado a mirar, con su respectiva cita al lado, cómo Daniel sonreía su sonrisa para alguien más. La suya, la coqueta, la promesa de travesuras que hasta ese instante perteneció solamente a Johnny. Sentía un hueco en el pecho, fuego en las venas, y lo peor es que no podía hacer nada, porque lo que es igual no es trampa, aunque dentro de sí mismo Johnny sentía que no era igual.

Daniel lo hacía para darle celos, era evidente, y aun así era efectivo, porque sí, Johnny se estaba muriendo de los celos.

*

Sería mentira si Daniel dijera que aceptó salir con Eric solamente para darle celos a Johnny. Era una gran parte, por supuesto, pero sería imbécil si negara lo apuesto y dulce que Eric era. A Daniel le gustaban los tipos grandes y rubios o castaños, y Eric encajaba perfecto en ese molde. Así que, cuando el capitán le pidió una cita algunas semanas atrás, ¿qué podía hacer Daniel? Responder un contundente SÍ, por supuesto.

Daniel era vengativo, sí, pero no un demente. Todas sus venganzas, todas sus acciones tenían una razón de ser, y esta venganza llevaba por nombre Shannon Keene, una nerd esquelética que Johnny había decidido hacer su novia unos dos meses atrás.

—Lo hago por nosotros, Daniel —le había dicho el muy cínico, cuando Johnny muy serio le confesó que la había invitado a salir—, para que nadie sospeche.

Daniel rio fuerte en medio del caos, de los gritos, de la pelea mientras sus padres no estaban en casa. Le dijo que era un cínico, y que tenía mal gusto, además, pero Johnny siempre encontraba la manera de darle la vuelta a todo.

—No puedo tener mal gusto cuando estoy enamorado de ti —le dijo en un susurro, tomándolo del rostro antes de robarle un beso—. Ella no me importa, es sólo apariencias, no va a pasar nada, todo te lo voy a contar.

Daniel estaba enojado, pero pensó que tal vez Johnny tenía razón, y eso lo ponía sumamente triste. Tal vez nunca podrían ser libres.

*

Johnny no podía quitarles los ojos de encima, ni siquiera podía disimularlo, sabía que Shannon se daba cuenta que realidad no la estaba escuchando, pero ella, tan dulce como siempre, lo tomaba como Johnny siento un hermano sobreprotector.

—Vamos, Johnny, Eric es un muy buen tipo —le dijo ella al oído al estar la música algo fuerte—, además estoy segura que Daniel puede cuidarse solo.

—¿Y si no? —inquirió él sin siquiera mirarla.

—Pues no tenemos que enfocarnos solamente en las cosas malas, ¿por qué mejor no vamos a bailar? —insistió ella tomándolo del brazo, y Johnny suspiró, sintiéndose injusto; ella no merecía todo eso.

Tuyo, ¿No lo ves? (LawRusso) [Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora