ଘ(੭ˊᵕˋ)੭ O2 ♥︎

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Minho preparaba el desayuno escuchando a su novio tararear una canción mientras se bañaba, él apenas y se levantaba pero Hyunjin trabajaba estos días, después de las sesiones pasadas, consiguió unas nuevas con un estilo diferente para promocionar ...

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Minho preparaba el desayuno escuchando a su novio tararear una canción mientras se bañaba, él apenas y se levantaba pero Hyunjin trabajaba estos días, después de las sesiones pasadas, consiguió unas nuevas con un estilo diferente para promocionar el verano.

Sí sabía que era la época favorita del rubio así que posar para cámaras en este tiempo era tener a Hyunjin en su momento de gloria. Además de promocionar marcas importantes con mensajes importantes como lo era la belleza en los Omegas hombres.

Dejó la manzana y las fresas del menor en la mesa, bebiendo su café camino.

Le vio salir secando su cuerpo frente al espejo, muy concentrado en su imagen que no se dio cuenta de la mirada llena de lujuria que Minho le dedicaba desde un lado de la habitación.

Y pensar que esa escultura de chico era solo para él.

Su historia de amor fue algo extraña, llevaban dos años viviendo juntos, justo después de terminar la universidad, Hyunjin se mudó con él. Pero antes de eso, eran conocidos, teniendo de amigo en común a Jisung.

Apenas cruzaban palabras y no parecían interesarse por el contrario. Fue un día en el gimnasio, cuando Hyunjin estaba entrando a las duchas para retirar los restos de sudor en su cuerpo. Minho no tenía intenciones de verle desnudo pero las duchas eran abiertas y digamos que él se metió justo en la de enfrente, al cabo de dos minutos se giró por curiosidad y Hyunjin le veía sonrojado y con cierto problema en su entrepierna.

Sí, tuvieron sexo en las duchas de un gimnasio.

Se puede decir que fue la única vez que no utilizaron ningún tipo de protección.

—Te he dejado tus cosas en la mesa de la cocina —habló dejando la taza en la mesita de noche y caminando hasta el menor— Uh... te ves muy bonito así...

—No llevo nada —dijo observándose en el reflejo.

—Exacto —rodeó la cintura de su novio, pasando sus manos por su plano abdomen— ¿Serán muchas horas? —su nariz se adentró en sus rubios cabellos, disfrutando de la cercanía con su novio.

—Creo que sí...

Se despidieron con un largo beso, donde no había dobles intenciones, solo era la necesidad que tenían uno por el otro que era difícil pasar tiempo separados.

Hyunjin salió primero, unos minutos después Minho y el departamento se quedó totalmente vacío.

Unas horas más tarde, Minho fue el primero en regresar, buscando rápidamente algo para cocinar y que su Omega no tuviera que ponerse a ello, sabía que algunas marcas eran jodidamente exigentes y no era de extrañar que le hicieran repetir una foto cuarenta veces hasta que quedara de su gusto.

Algunas veces veía llegar a su Omega con los ojos rojos, algunos moretones en su cuerpo o marcas de ropa remarcadas en su piel pálida. Y eran cosas del trabajo, Hyunjin entendía, así que casi nunca se quejaba de ello. Pero si con Minho, quien sin pararse a pensar, hacía en su cuerpo el mapa entero de Rusia.

𝗮𝗻𝘁𝗶𝗰𝗼𝗻𝗰𝗲𝗽𝘁𝗶𝘃𝗼𝘀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora