ଘ(੭ˊᵕˋ)੭ O5 ♥︎

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—Tenemos que irnos

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—Tenemos que irnos... —murmuró Minho viendo a Hyunjin aún con su pijama, que consistía en una camiseta de su Alfa, unos calzoncillos y unos calcetines, nada más.

Tenían cita al médico en unas horas, sería su primera cita para su embarazo, pero Minho era un desesperado y ya estaba listo, mientras que Hyunjin se paseaba por la casa semi desnudo y comiendo todo lo que se encontraba por la nevera.

Estaba algo mimoso y muy berrinchudo, haciendo pequeños pucheros convencía a Minho para que se quedara quieto y así podía olfatearle algunos segundos para tranquilizarse.

A pesar de estar embarazado Hyunjin ayer acudió a una sesión rápida, donde no pasó nada fuera de lo normal, aunque Minho esperaba paciente para acompañarle. Fueron un par de fotos y le pagaron muy bien, el problema fue cuando le dijeron que podrían ofrecerle un trabajo a mediados de verano, serían pocas horas pero estaría bien pagado por ser vacaciones y por ser un modelo tan hermoso.

Su sorpresa fue grande cuando Hyunjin les informó que para esas fechas, tendría un vientre abultado por un cachorro. No le dijeron nada despectivo pero retiraron la oferta muy rápido.

Algo decaído salió de allí con Minho, con quien no habló en todo el camino.

El Alfa veía día a día a su pareja experimentar algo nuevo con su cachorro, se sentaba a probar cosas y revisaba tiendas online de ropa para bebé, estaba emocionado con la idea de un día para otro, mientras él, alejado del tema. Hyunjin le preguntaba sobre qué color, qué tela o qué talla, pero el mayor le ignoraba rotundamente, pasando a hacer otra cosa.

Es verdad lo que le dijeron, Hyunjin tenía un nido hecho cuando él salía de la cama, montón de ropa en la cama y él acurrucado allí, sintiéndose plenamente bien, tranquilo y protegido.

Minho tampoco dijo nada, ni se molestó en preguntar porqué lo hacía si dormían juntos. Es obvio que Hyunjin le sacaría en cara algún día ese mal comportamiento, ese desinterés y esa falta de cariño. Pero por el momento, el rubio se mantiene paciente.

Claro que en cuanto Minho deja la habitación, él se deshace en lágrimas en su nido, haciéndose preguntas en su cabeza, las cuales no tienen una respuesta.

¿De verdad quiere hacer esto? Aceptar su embarazo y quedarse a vivir pero sin una pizca de amor.

¿Le seguirá queriendo? Tampoco siente su aroma por las noches, tampoco le abraza como antes.

¿Era mejor abortar? Esa idea hacía que su corazón palpitara con fuerza bruta, no era capaz de pensarlo ni mucho menos de hacerlo.

¿Querrá a su cachorro cuando nazca? Con lo que está demostrando, para Hyunjin la respuesta es clara pero dolorosa, su garganta duele por el nudo que se forma allí.

—Vístete ya, Hyunjin. —demandó de una vez cuando el menor se sentó a comer duraznos en la alfombra— Es por tu hijo, a mi me da exactamente igual ir o no.

Sí, los comentarios de ese tipo estaban muy presentes en su día a día. El Alfa sabía el dolor inmenso que causaba pero no era capaz de verle con amor, no cuando en su vientre llevaba un cachorro no deseado.

La idea le gustaba, joder era su hijo, pero en cuanto pensaba en su relación, las cosas no encajaban. Ellos estaban bien así, trabajando y siendo un equipo de dos. No estaban preparados para algo así y al pasar el tiempo sentía que se iba ahogando más, el bebé crecía y las posibilidades de sacarlo disminuían a pasos agigantados.

Suspiró cuando Hyunjin se quedó algunos segundos en la alfombra, viéndole triste, esa jodida mirada de tristeza le hacía quebrarse.

Asintió suave, poniéndose de pie y caminando hasta la habitación. Había hablado con Jisung y bueno, el Omega se encargó de maldecirlo en todos los idiomas posibles, diciéndole que recapacitara de una vez y dejara ese trato.

 Había hablado con Jisung y bueno, el Omega se encargó de maldecirlo en todos los idiomas posibles, diciéndole que recapacitara de una vez y dejara ese trato

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𝗮𝗻𝘁𝗶𝗰𝗼𝗻𝗰𝗲𝗽𝘁𝗶𝘃𝗼𝘀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora