SUPONGO QUE DOLERAS SIEMPRE VIII

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Por fin llego el día de muertos, así que fuimos al templo a visitar a mis abuelos, como íbamos a salir quería verme súper bonita, por eso decidí ponerme un conjunto que pareciera como si estuviera usando un traje de catrina pero no es así, una camisa típica mexicana color negro y flores moradas oscuras, solo para distinguir un poco las flores y una falta que tapa las rodillas de color negro con naranja y unos zapatos negros de gamuza de piso con flores, me peine con trenzas y me puse una tiara de flores, mi maquillaje fue muy tenue, parecía que casi no traía nada puesto, me veía bastante bien. Antes de ir al panteón decidí que quería comprar las flores más hermosas de mi pueblo así que me encamine a comprarlas, mientras las escogía llego Roberto.
-Debo decir que te ves extraordinaria
-Gracias
-¿Es así como les has dicho a tus lectoras que se vistan hoy?
-Trate….
-Me imagino, oye, ¿quisieras ir al alfeñique más tarde conmigo?
-No puedo, pero gracias. Me quedare un buen rato en el panteón
-Está bien, entonces nos vemos
-Claro……
No es que me caiga muy mal Roberto, o sea, si me cae mal, pero es porque trato de decir que creo prejuicios y no es así, ¿Qué onda con su respuesta? Y ¿Qué onda con su actitud? Pareciera que se puso triste porque no pudimos salir y es que sinceramente no tendría nada de qué hablar con él, sé que solo se dedicaría a decir que digo cosas raras, yo no digo cosas raras, es que el no entiende porque no lo vive, bueno, dejare de hablar mal de él. Ya quiero disfrutar de mi estadía aquí, desde que llegue solo han pasado cosas que hacen que me enojen, se me van a hacer líneas de expresión.
Cuando era niña, me encantaba el día de muertos, siempre íbamos con mis abuelos, padres de mi mamá. Siempre me preferían a mí en vez de a Sandra, mi abuelo me llevaba cada año a los alfeñiques y me compraba todos los que en mi bolsita podían caber y mi abuela me hacía pan de muerto, todo esto mientras mi madre se salía con mi hermana al festival del pueblo para Miss Calaverita, todos los años que mi hermana participo ella gano, hasta cuando las demás veían que se inscribían sabían que ya no tendrían oportunidad. Pero yo era feliz con esas dos hermosas personas, en serio no sé cómo podría pagarles tanto.
-Tardaste mucho Lidia
-Lo siento mamá, es que estaba buscando las más bonitas
-Pero, ¿Qué no a la abuela le gustaban los tulipanes? ¿Por qué compraste flores de cempaxúchitl?
-Estas equivocada, a la abuela le gustaban estas
-Obvio no, yo los conocí más, era su nieta favorita
-No discutiré contigo
-Basta niñas, no importa que flores eran las favoritas, lo que importa es que estamos aquí con ellos, aunque si recuerdo que eran tulipanes
Ya no me quiero estresar, pero, hasta parece que hacen complot para molestarme, las flores favoritas de mi abuela eran las flores de cempaxúchitl, hasta tenía plantadas algunas al rededor del patio, ellas que van a saber, nunca los visitaban.
Cuando volvimos a la casa mi madre hizo un poco de chocolate porque afuera hacia un frio tremendo, mi papá dijo que esta es la fecha en la que las brujas salen para hacer sus rituales y que buscan niños, mujeres vírgenes o animales para sacrificar, nos empezó a contar sus hazañas con las brujas de cuando era un muchacho cuando recordé que debía contar a mis gatos, los conté una primera vez y solo eran cinco, los conté una segunda vez y eran cinco, los conté una tercera vez y seguían siendo cinco, fue cuando empecé a entrar en pánico porque hoy la gente mata animales y más si son gatos y el que faltaba es de color negro.
Fui con mi madre para preguntarle si había visto a Romero pero me dijo que no, fui con mi papa y dijo que no, en eso mi hermano dijo que lo había visto en el tejado de la casa antes de irnos, empecé a gritarles que debíamos encontrarlo o si no lo saciarían y mi madre y mi hermana solo se limitaron a decir que mañana volvería, que estaba exagerando, así que me salí de mi casa en busca de Romero, tenía apenas media hora de haber salido cuando la lluvia se soltó, al principio estaba bien pero después de 15 minutos se convirtió en una lluvia estruendosa, no podía parar hasta encontrar a Romero, corrí y corrí mientras le gritaba a Romero que volviera, de repente ya no supe dónde estaba, empecé a tener poco conocimiento de las cosas y mi temperatura corporal estaba aumentando aunque hacía mucho frio, no sé en qué momento, mientras le gritaba a Romero que volviera empecé a gritarle a Liam, le gritaba que no me dejara, no se cuentas veces y con qué fuerza lo gritaba, de repente, mientras corría, me tropecé con una rama y caí por una colina, después de eso solo recuerdo que abrí los ojos y había alguien cargándome, pensé que era Liam y por eso le llame de esa manera y le pedí que ya no me dejara, después de eso desperté en mi cama, me sentía muy enferma y al parecer tenía temperatura. En eso mi hermano entro al cuarto.
-Eres una tonta, te dije que no te preocuparas. Tu tonto gato llego hace un rato y tú, teniéndonos como locos buscándote
-Lo siento, es que, tenía tanto miedo
-Si viste que estaba lloviendo te debiste de haber regresado, por tu culpa mi padre casi sale en su estado a buscarte, lo bueno es que Roberto estaba llegando y al percatarse de la situación se ofreció a buscarte, con esa lluvia tan fea el salió y te trajo hasta la casa
-Así que él me trajo
Mientras veía una película en mi computadora mi padre llamo a mi puerta y dijo que un joven quería verme y que lo dejaría pasar, le dije que estaba bien.
-Nos espantaste a todos
-Gracias por traerme a mi casa
-No te preocupes, no fue nada, solo, ya no lo hagas
-¿Que no me salga a correr mientras llueve? Ajaja tranquilo, aprendí mi lección
-No, hablo de eso –Dijo Roberto con voz alta- No sabes lo preocupado que estaba, en serio pensé que ya no volvería a verte
-No lo hare, lo…… lo prometo
Vaya, soy yo o ¿Las cosas se acaban de poner muy raras aquí? Roberto ¿Acaba de decirme que le preocupa no volver a verme? Esto no podría sacarme más de onda de lo que ya me tiene, cuando Roberto se fue empecé a recapitular las cosas y recordé como le estaba gritando a Liam en vez de a Romero, espero que Roberto no me haya escuchado, no quiero que sepa de Liam, es más, no quiero que más nadie sepa de Liam.
Más tarde recibí correo de Liz, me había mandado fotos de la fiesta de Halloween que habían tenido, su descripción decía:
Querida Lidia, te escribo porque tengo que contarte que me la he estado pasando de lo mejor, la hermana de Dominik ha querido hacer una fiesta de disfraces por Halloween y tú sabes lo penosa que soy, pero la noche paso a ser muy agradable. Tome tu artículo sobre disfraces y me fue muy útil, le dije a mi maquillista que lo leyera y que quería eso y dijo que tu artículo le había encantado y que empezara a leer la revista por internet de ahora en adelante. Lidia, eres tan buena en lo que haces.
También tengo otra cosa que contarte, no sabía si debía decírtelo, pero Dominik ha dicho que te lo cuente, porque estando en Inglaterra y Dominik siendo su amigo es más que obvio que estuvimos encontrándonos con Liam, de hecho, el viene casi a diario después del trabajo a visitar a Liam, pero hasta el día de la fiesta de Halloween es que conocí a Verónica, no es más bella que tú, me atrevo a decir que tú la superas en belleza, en personalidad y amabilidad. Ahora comprendo porque Liam se enamoró tanto de ti. Verónica es la típica chica con dinero, no tiene personalidad, solo sigue lo que sus amigas siguen, es más, no creo que tenga una opinión propia, se la pasa siguiendo a Liam y él se la pasa huyendo de ella, también es muy caprichosa, quería que Dominik despidiera a uno de los empleados porque su vaso tenía dos hielos en vez de uno como ella lo había pedido, obvio eso no paso y Liam no podía contener la vergüenza.
También me ha preguntado sobre ti y le he dicho que estas bien y que por ahora te has ido a la casa de tus padres a pasar las fiestas, Lidia, cuando le hable de ti puso una cara, que te rompería el corazón como a mí cuando lo vi, bueno, es lo que él se ha ganado por querer seguir con su compromiso.
Espero muy pronto vuelvas a encontrar el amor, alguien que de verdad te merezca.
El correo de Liz me dejo muy atónita, ciertamente esperaba que me contara sobre Liam, ya tenía varias semanas en Inglaterra y jamás me lo había mencionado, pero no creí a Liam capaz de preguntarle tan directamente por mí, no me queda más que seguir resignándome a que así son las cosas y jamás lo volveré a ver, excepto en la boda de Liz, en serio, espero con todo mi corazón que Liz nos ponga lo más separados posibles, sería en serio, demasiado incomodo que nos encontráramos.
No sé si será pronto o será en 10 años cuando deje de pensar a Liam, cuando el siempre hecho de recordar me den ganas de vomitar o que al quedarme en silencio sea motivo para solo querer pensarlo, de tratar de recordar su cara y los sentimientos que tenía cuando estábamos juntos. Sus manos al tocar mi mejilla, al darme cumplidos cuando ni yo podía encontrarme algo bueno, su forma de hacer que los días fueran los mejores y como su sonrisa parecía calmar hasta la tormenta mas grande. No podía dejarte atrás y lo peor de todo es que yo misma me impedía dejarte atrás porque significaría olvidarte y yo no quería olvidar a la única persona que me amo, pero no se pudo quedar.

¡Auxilio! Yo misma me estoy haciendo mucho daño.

EL AMOR DE LIDIA 🖤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora