LLIAM
Caminando hacia la escuela pensaba en Sam, estaba sorprendida al verme en el bus ayer... me sentí satisfecho al notar que le gustó lo que hice...
La mañana estaba fría y el cielo oscuro, pero me gustaba así... y sonreí pensando...
A Sam también le gusta el cielo gris... Recordé uno de sus mensajes...
<< Mi clima favorito es el frío, sí el cielo está gris, el viento abraza y la lluvia amenaza con caer, puedes estar seguro de que donde esté, estaré sonriendo>>
¿Cómo es que llegué a estar tan embobado con ella?
Recordé entonces ese viernes. Esa noche tenía planes como era mi costumbre, así que fui a la franquicia de mi tío para ayudarlo en algún trabajo y ganarme algo de efectivo para comprar alcohol. Estaba animado al principio, me pareció una excelente idea, pero cuando vi lo que quería que hiciera, me negué.
— Solo tienes que ponerte esto y entregar panfletos y globos a los niños invitándolos a que nos visiten— había explicado mi tío.
Era una botarga enorme de un pollo gigante emplumado y aparatoso. Resulta que mi tío tenía una franquicia de pollos fritos, le iba muy bien y realmente quise ayudarlo, pero no, no me pondría en ridículo.
—¡Olvídalo! — había dicho y estaba a punto de irme, pero entonces me preguntó.
— ¿Seguro? Tendrás puesta la enorme cabeza del pollo todo el tiempo, nadie te reconocerá y te pagaré, no para que compres alcohol para hoy, sino para todo el mes...
Lo vi y sonreí pasándome la mano detrás del cuello, ante eso no pude negarme, me puse el traje ridículo y salí de la tienda.
Comencé a caminar por el centro de la ciudad fingiendo ser un amable pollo emplumado. Entonces en medio de mi trayectoria me encontré con Sam, la chica rubia de la clase. Estaba sentada en uno de los banquillos del parque con el uniforme de la cafetería cercana, se veía diferente sin el uniforme de la escuela, me traté de alejar, pero cuando volví a pasar la vista sobre ella la vi con las mejillas llenas de lágrimas y triste, no pude evitar acercarme lentamente y me paré frente a ella sin decir nada. Sam subió la vista hacia mí, sus ojos color avellana estaban enrojecidos, bajó la vista nuevamente y sonrió quitándose las lágrimas escondiendo un poco su cara.
Me sentí incomodo al verla triste, así que le entregué uno de los globos que tenía en las manos y ella lo tomó, aun sonriendo.
—Gracias señor pollo... —Le entregué también uno de los panfletos.
—¿Pollo frito para la tristeza? — preguntó ella limpiándose la cara.
Yo asentí y ella continuó— No lo creo— respondió ella con una pequeña sonrisa forzada.Que linda...
Con movimientos de las manos le pregunté — ¿Por qué estas triste?
Ella negó con la cabeza— No es importante— había dicho...
Le insistí y me senté a su lado, parecía un enorme pollo, ella jamás se imaginaría que soy yo...
Sam suspiró y dijo — Estoy cansada señor pollo... solo es eso, estoy cansada de todo...
Hice un gesto de pregunta y ella continuó.
—¿Te has sentido alguna vez como que no perteneces a un lugar?
Le hice seña indicando "Más o Menos" Me señalé a mí y luego a mi entorno y ella asintió sonriendo— Un pollo en la ciudad... Creo que si sabes a que me refiero... —yo asentí sonriendo de que me haya comprendido...

ESTÁS LEYENDO
La Formula del Amor ✔
Teen Fiction¿Es posible sentirse atraído hacia una persona sin haberla visto? ¿Sin haberla tocado o sentido su olor? De alguna manera Sam lo descubrió cuando conoció a esa persona que usaba la botarga de pollo. No sabía si era un chico, una chica o un extraterr...