ᴘʀᴏʟᴏɢᴏ

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Gire sobre mi costado mirando la pintura desgastada de una de las paredes de mi cuarto, la humedad había hecho que la pintura comenzara a levantarse, no era tan notorio, a menos que prestaras demasiada atención a ese tipo de detalles.

Tome el teléfono y mire si había un mensaje de él, realmente había perdido la cuenta de cuantas veces había revisado el móvil, esperando encontrar algo, pero no, era la misma respuesta de hace cinco segundos. Nada de nada. Ni si quiera un hola como estas, ni una señal de que el vato siguiera con vida. Me estaba volviendo loca. Literalmente.

Es que, ¿Había hecho algo mal? ¿A caso no le había gustado salir conmigo? ¿Qué de malo había en mí?

Todas esas preguntas me daban vueltas por la cabeza, torturándome a cada segundo que pasaba haciéndome sentir peor. Es que no tenía sentido, yo me la había pasado increíble con él, caminamos por todo el parque y estuvimos hablando mucho. Aun podía sentir los nervios que me invadieron cuando lo vi sentado fuera de lugar esperando a que llegara.

Mis piernas seguían temblando al recordar cuando sus brazos rodearon mi cuerpo en un abrazo tan tierno, que literalmente morí de ternura. Y mis manos seguían sudando como cuando el entrelazo sus dedos con los míos mientras recorríamos el lugar poniéndome aun mas nerviosa de lo que ya estaba.

Me había prometido a mi misma que no me pondría de nervios y que solo dejaría que las cosas fluyeran entre nosotros, que solo disfrutaría del momento compartido con él, pero en el segundo en que lo vi todo mi plan se vino a bajo porque me entraron muchas ganas de salir corriendo de ahí.

Es que era la primera vez que lo veía después de haber estado platicando y conociéndonos durante tres meses. Al principio yo me había llevado las cosas super tranquilas, realmente yo no estaba interesada en el en lo mas mínimo, me daba terror incluso que me empezara a gustar. Pero el se había mostrado tan atento conmigo, tan lindo, dándome señales de que quería tener algo mas serio conmigo que llego un punto en el que decidí irme como gorda en tobogán, pensando en que él quería lo mismo y que en algún momento me lo pediría y entonces yo respondería que sí y entonces tendríamos una linda historia de amor. Que cliché.

Respiré hondo y volví a girar sobre el colchón, esta vez con la mirada clavada en el techo. Aun mantenía el móvil en mi mano así que mire una vez más. Ya sabía lo que encontraría, pero albergaba la pequeña esperanza de encontrar un mensaje de él. Respiré hondo dejando que mis pulmones se llenaran de oxígeno, poco a poco sentí como mis ojos se llenaban de lágrimas, en como la opresión que sentía en el pecho se hacia mas y mas grande, y de nuevo esas malditas inseguridades volvieron a mi cabeza.

Habían pasado dos días desde que habíamos salido, dos días de haber estado con él. Dos días de haberme sentido feliz, para terminar sintiéndome fatal de solo pensar que probablemente había hecho algo mal. Que quizá hice algo que le molesto y por eso su comportamiento distante.

Desbloquee el teléfono y entre a su chat en WhatsApp. No estaba en línea. Me debatí entre si enviarle mensaje o seguir esperando, pero honestamente ya había esperado demasiado así que comencé a escribir...

Hola, oye ¿Estas bien?

Me detuve y tras leerlo dos veces lo borré. Estaba entrando en crisis porque no tenia idea de que decir. Así que volví a comenzar.

Hola, solo quería saber si esta todo bien y bueno quería que supieras que salir contigo fue super lindo la verdad me la pase increíble. Estos días has estado distante y la verdad me gustaría saber el porqué.

Mira no te lo había dicho porque creo que es bastante obvio, pero me gustas y a mi si gustaría tener algo bien contigo, pero si tu no quieres lo mismo honestamente me gustaría que fueras sincero y que me lo dijeras.

LO QUE PASO ANOCHEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora