12: Estúpida Realidad

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Ayuda!

Grito mientras corro por la avenida. Harry viene detrás de mí.

-¡Por favor que alguien me ayude! ¡Ayuda! ¡¿No ven que me quiere matar?!

Me he raspado una de mis rodillas al caer del automóvil.

Cruzo la avenida sin fijarme si algún coche pasa. Es justo ahí cuando me doy cuenta de que no sé qué diablos estoy haciendo. El claxon de un coche me retumba en los oídos y me vuelvo hacia el.

-¡Oye! ¿Qué demonios te pasa, muchacho? -Grita el conductor, que no pasa de los veintisiete.

-Lo siento-digo con voz tranquila-. No sé qué me pasó.

Harry me alcanza y al oír su voz, algo dentro de mi cabeza explota.

-¡NO! -Grito con fuerza- ¡No! ¡Aléjate de mí! -Me acerco a la ventanilla del conductor- ¡Déjeme entrar!

Golpeo la puerta de su auto y el sujeto comienza a balbucear.

-Yo no...

-¡No ve que quiere matarme! -Me examina rápidamente y me dice que entre por la puerta de atrás. Lo hago velozmente.

Cuando entro, grito enseguida que le ponga seguro a todas las puertas. Y lo hace. Y yo comienzo a gritar. Y Harry Barry comienza a llamarme. Lo ignoro. Tengo miedo. El tipo comienza a conducir. Y Harry grita "¡Eres un fenómeno, David!". Y nos alejamos de él.

Son rápidos los minutos que pasan. Me recuesto. El sujeto comienza a interrogarme. Le digo como me llamo; quién me seguía; porque me seguía. Ahora sé quién es él. Se llama Thomas. Tiene una hija de dos años. Es padre soltero. Cree que puede ayudarme.

-¿Estás seguro de que te quería hacer daño? -Pregunta serio.

-Sí. Absolutamente.

Me mira a través del retrovisor.

-¿Cuántos años me habías dicho que tenías?

-Tengo casi dieciocho.

-David, te llevaré a un hospital.

Y lo hace.

Aunque el hospital no es un lugar que me agrade, trato de comportarme amablemente.

Un doctor me revisa y dice que no tengo lesión alguna más que la del raspón. Después, me preguntó si no quería reportar el "ataque"

Dije que no.

Al salir del hospital, Thomas me da un papel con un número de telefónico.

-Llámame si necesitas algo. Por favor, hazlo.

Asiento con la cabeza.

-Vámonos.

-Lo siento-digo-. Me iré yo solo. Quiero estar solo. Gra-gracias Thomas. Lo haré si es necesario.

Y se va.

Cuando se aleja en su automóvil, llamo de enseguida a Harry Barry.

-¡¿Me quieres explicar que carajos fue eso?! -Pregunta furioso.

-No-le respondo-, no puedo. Pero lo siento, ¿puedes venir por mí?

-¿Esperas que vaya por ti después de tu numerito?

-Sí. Creo que necesito ayuda.

Fin de la llamada.

Segundos después recibo un mensaje de texto de Harry:

» ¿Dónde estás?

Enseguida le respondo:

«En el hospital que está cerca de la avenida dónde te dejé.

Son varios minutos los que pasan cuando recibo su respuesta:

»No te muevas. Ya estoy en camino hacia allá.

Diez minutos después, llegó en su coche. Me toca el claxon para notificarme de su llegada.

Me subo en su coche.

Johanna Nichols está ahí.

Me desconcierto más de lo que ya estoy.

-¿David? -Dice Johanna- ¿Qué pasó? Creí que estaba todo bien.

-Lo mismo creí hasta que casi se mata si no detengo el maldito coche-Harry interviene con un tono de rabia en su potente voz-No sé qué diablos pasó, pero si vuelves a salir como un loco gritando por ayuda, te juro que te voy a dar verdaderos motivos para que lo hagas.

-Lo siento Harry, no sé qué pasó te juro que vi que pasaba otra cosa...

Johanna y Harry intercambian miradas misteriosas.

-¿Qué cosa, Dave? -Me pregunta Johanna.

-Vi como si...Harry...El puto coche...

Me quedo en blanco, no sé qué decir. Johanna me sacude un poco y vuelvo a la realidad.

-¡Deja de quedarte así! ¡Son varios minutos! ¡Parece que no respiras, Dave! -Me grita Johanna.

Ya lo entiendo todo.

Él que está fuera de la realidad soy yo.

No Harry Barry.

Sobre Un Chico...¿Chica?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora