Capítulo 3: "Los primeros rozes"

27 3 9
                                    

Era viernes por la mañana, y los alumnos de la clase 1B recibían sus calificaciones de final de mes de matemáticas.

- No me lo puedo creer- decía Jessy mientras sostenía su hoja de examen.

La expresión de felicidad en su rostro era obvia, al parecer, las clases particulares sí fueron de mucha ayuda.

Marisa la había escuchado, voltea para ver qué pasaba (como su compañera de al lado, siempre estuvo al tanto de que a Jessy ,nunca le iba bien en mates).

- Jessy, ¿todo bien, que pasa?- la mira, y de paso echa un vistazo a su hoja- ¿Eso es un..?, ¿has sacado un nueve?- parece que no fue la única sorprendida.

- No me lo puedo creer - dice de nuevo.

Jessy levanta la cabeza para mirar hacia la mesa del profesor, y ahí estaba Eliot, con los dos pulgares hacia arriba. De inmediato Jessy pensó que él estaba muy orgulloso de ella, de todas formas era el que más la estaba ayudando en ese momento.

En lo único que pensaba Jessy, era que en el receso iría a agradecérselo. Pero, ahora que lo piensa mejor, ya no habría ningún motivo para estar con Eliot, el dijo que la ayudaría este mes, las clases particulares era lo que los mantenía juntos. Y en un instante el rostro alegre de Jessy, se convirtió en una expresión más seria.

- Muy bien chicos, devuelvan las hojas de uno en uno.

Todos de inmediato se levantaron en orden para entregar sus hojas, Eliot quería ver mas de cerca la sonrisa de Jessy. Pero para su sorpresa, ella no sonreía- ¿Qué ocurre? - pensó- es como si estuviera triste-. Eliot agarro la mano de Jessy para que no se marchase.

- ¿Vendrás hoy a mi despacho?- le hablaba en susurros- así para poder celebrarlo.

- Si, estaré allí, también tengo algunas cosas que decirte.

Al irse Jessy , Eliot soltó un suspiro de cansancio- Si entendiera los sentimientos de esta chica, seria el hombre mas feliz del mundo-. En el resto de la clase, se paso casi todo el tiempo mirándola.

Pero Eliot no era la única persona que estaba mirando a Jessy, pues en la fila del fondo, otra alumna la observaba con recelo. Por suerte, sus ojos no eran balas.

Jessy no sabía cómo sacarse ese bajón que traía encima, había ido a la cafetería para comprarse el batido de vainilla que le gustaba, y para su mala suerte, ya se habían acabado.

Tal vez, visitar a Eliot en su despacho la ayudaría con su humor, de todos modos el la había invitado, ese gesto le gustó, pues cada día era mas encantador con ella. Y eso le gustaba aún más, por que la hacia sentir que era importante para el. Ya que en el J.H School hay un montón de chochitos húmedos esperando por su atención.

Esa vez, Eliot la esperaba fuera del despacho, se sostenía por la pared y en cuanto la vio, levanto los brazos para saludarla, y esa sonrisa que le definía apareció. Jessy aceleró el paso, definitivamente, Eliot le mejoraba el estado de humor.

- Jessy, hasta que apareces.

Al acercarse más a el, Jessy percibe el aroma de su perfume de Valentino que emergía de el, se volvió el perfume favorito de ella, nunca se cansaba de olerlo.

- Hola... Oye- Jessy se puso nerviosa y miró al suelo- gracias por lo que has echo por mi, me has ayudado bastante y...

- Espera, espera- Eliot la interrumpe, y coloca sus manos en los hombros de Jessy, lo cual hace que le mire a los ojos- ¿quieres hablar aquí afuera?, ¿o prefieres que entremos? y, no se, ¿charlemos más tranquilos?.

- Si.., perdón, no estaba pensando.

- No te preocupes, solo entremos- por alguna razón, la sonrisa de el Eliot no desaparecía.

No soy TuyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora