Quedate (final)

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27 de agosto 2000

NARRA LOUIS

Me sentía débil, me sentía culpable, quería volver en el tiempo y decirle lo que tenía que decirle cuando lleguemos a casa.

Me encontraba sentado en las bancas de la sala de espera del hospital, aquí vamos otra vez, me habían acomodado el hombro y me dijeron que lo no usara ese brazo tanto como por una semana, lágrimas silenciosas salían por mi rostro, tenía a Anne a un lado y puse mi cabeza en su hombro —Harry va a estar bien Louis, nada de esto fue tu culpa— dijo Anne, al final de la oración se le quebró la voz y empezó a llorar y eso me causó más sentimiento y lloré el doble.

Pasaron horas y horas y no se sabía nada de Harry, solo nos dijeron que estaba en un tipo de coma y no se sabe cuando despertara, y que también le hicieron una operación por que se había abierto la cabeza, después de la cirugía dejaron a Anne y a Robin pasar junto con Gemma, después llegó mi turno.

Entre y fue cuando lo vi, trate lo más posible de no llorar ya que confirman que cuando alguien está en coma es seguro que te escuchen, la tarea se me hizo imposible y no pude evitar que lágrimas recorrieran mis mejillas ardiendo. Lo vi acostado en una camilla, le estaban poniendo un suero y tenía una máquina que tomaba sus latidos, su cara estaba pálida y tenía algunos rasguños, me acerqué a él y le acaricie sus largos y bellos rizos.

—Hazz, vas a estar bien— mi voz se quebró —Quédate, sabes que si lo haces... todos estaremos contigo, nadie te dejará solo durante este proceso y...— Sorbí mi nariz —Pase lo que pase yo te seguiré amando— me senté en una de las sillas a lado de el y puse nuestra canción, Dancing On My Own.

1 mes después

NARRA LOUIS

La vida era una mierda, yo era una mierda.

Habían pasado un mes desde el accidente que se sintió siglos para todos, la familia de Harry no era la misma, nuestro grupo de amigos se sentía solo, y yo me sentía solo. Visitaba a Harry seguido pero simplemente nada era suficiente, el no despertaba, me estoy empezando a rendir en la vida, lloraba a diario, no importara si mil personas entrara al departamento igual yo me sentía solo.

Pensé demasiado si continuar con mi vida, le hablaba a Harry cómo eran mis días sin el esperando que por arte de magia Harry abriera sus ojos y respondiera, pero nunca obtengo ningún tipo de respuesta. La pensé mas de dos veces y al final lo haré, no si antes decírselo a Harry y verlo por última vez. Mis intenciones no son hacerlo sentir culpable, yo me siento culpable con lo que esta pasando, yo soy el por que lo quiero hacer, no el.

Salí del apartamento, me subí a mi auto y me dirigí al hospital, desde el accidente e estado mas nervioso cuando manejo, lo evito lo más posible, la mayoría de las veces me voy a pie a lugares cercas pero uso el auto para ir al hospital ya que está muy lejos del apartamento.

Llegue y le dije a la recepcionista que venía a ver a Harry, era la misma a la cual le hablé cuando fui a ver a mi madre por última vez, cosa que me puso más triste.

Entre a la habitación en la que estaba Harry, nada había cambiado, todo seguía igual, lo único que cambio fue que las heridas se convirtieron en cicatrices y su cabeza no sangraba mas, pero su piel seguía igual de pálida y toda su piel estaba fría. Tenía un tubo en en su abdomen que lo mantenía nutrido. Me senté y le empecé a hablar.

—Harry necesito hablarte, se que esto no es fácil para ninguno de los dos y no puedo imaginar por lo que estás pasando, pero tu presencia me falta, todo de ti me falta— mi voz se quebró y lágrimas salieron —Se que lo que haré a continuación será un poco muy egoísta de mi parte, pero de verdad no puedo seguir con mi vida y sea lo que venga para ti espero que sea de lo mejor— dije —Tal vez me valla de este mundo pero te prometo que no me arrepiento de conocerte, fuiste lo mejor que me a pasado. No espero respuesta alguna tuya, solo quiero despedirme— termine y me acerque a besar su frente —Te amo.

DANCING ON MY OWN [L.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora