O al menos eso pretendía.
No se había puesto uno de esos 'antifaces para dormir' que se les ofrecía a los pasajeros. Ya estaba lo suficientemente oscuro dentro del avión y no veía la necesidad.
Apoyado en el respaldar, con las manos en su regazo y el cinturón puesto, solo cerró los ojos.
Y literal, fue que apenas lo hizo cuando sucedió...
El ambiente en el interior había sido pacífico —tanto como puede serlo un espacio de gente acelerada por haberse desvelado— hasta hace, los dos segundos en los que bajó la guardia. O sea, nada.
Pocos instantes se necesitaron para que el contexto cambiará de 0 a 100. Los susurros que se escuchaban en un comienzo pasaron a ser cada vez más espantados y cercanos a un gritos de histeria, dignos de un inminente accidente aéreo. Vamos, que ni siquiera habían despegado.
La llamada alarmada de su aprendiz fue lo que lo hizo al fin moverse.
Asi que abrió los ojos a regañadientes.
Y miró por la ventana.
...
Un estallido de color.
Fue lo primero que notó.
Al mismo le siguió la aparición de diversas partículas pequeñitas. Conjuntos de estrellitas, corazones y polvo de brillo, similares al confeti, se esparcieron desde un punto imaginario en el aire para comenzar a compaginarse en una silueta que emanaba luz. Como si se tratara de una transformación de chica mágica.
En conjunto con un efecto de sonido antinatural, y ajeno a su conocimiento, pero que no dejaba de ser apropiado, no creía lo que estaba pasando.
Entre el silencio y eco del espacio inmenso en el que estaban, la escena era de otro mundo.
Recorrió con los ojos la silueta, admirando lo que estaba ante él con una expresión seria que no ocultaba su asombro. Una mirada más cercana y conocedora diría que hasta agrandó los ojos. O que incluso estaba reteniendo el aliento.
Obviamente, no apartó la vista.
Poco a poco, el fenómeno evolucionó para adquirir nitidez. De ser una bruma desdibujada pasó a ganar carácter, otorgándose un contorno determinable y cualidades más descriptibles. Más procesables en palabras humanas.
Y llegado a tal punto, finalmente pudo reconocer la forma.
Un humano-
No.
Un ser humanoide, se corrige.
Es antropomorfico, se arriesga a afirmar. Sabe que cualquier otra observación seguro caería en lo errado.
Pero aún así, sigue mirando, analizando.
Casi atontado.
Ahora el brillo rellenando la forma en un momento se empezó a desvanecer, gradualmente, siendo reemplazado por colores más familiares.
Bien poseyó un contorno límites secundarios se trazaron dentro del ser, donde cada cosa nueva que aparecía captaba su atención y era presa de su análisis. Devoraba la vista casi de forma instintiva, aferrándose a cada pequeño detalle.
Liso, y oscuro como una galaxia, lo que aparentaba ser el pelo del individuo cubría su frente, con el largo justo para no ocultar nada más que sus cejas.
Acompañándole estaban las largas pestañas que rozaban sus mejillas sin quitarle coherencia al rostro, sino que agraciandolo.
Pero el epítome fue notar que la entidad, aún no había abierto los ojos.

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kado (ft. orv)
Ciencia FicciónO: un mini au sobre como sería si los personajes 'Kado: The right answer' fueran los de orv.