⌜ ❝ 𝑼𝒏 𝑷𝒓í𝒏𝒄𝒊𝒑𝒆 𝒅𝒆 𝑵𝒂𝒗𝒊𝒅𝒂𝒅 ❞ ⌟ ➸ ↳국민↰

♚︎°╣Capítulo 3

Jimin no sabía que responder en ese momento.

- No. Yo... Sí, Se supone que...- Soltó sin pensar en lo que salía de sus labios.

- Estadounidense.- Fue lo único que salió de los labios del señor mayor.

- ¿Disculpe?

- Debe ser el nuevo maestro estadounidense de la princesa Somi.- La señalo con un dedo, pero parecía como si fuera un regaño.

- Sí, yo soy el maestro.- Fue lo único que dijo.

- Muy bien, sígame por favor.

El chico rubio soltó un suspiro y miro para abajo en un impulso de nerviosismo y se dio cuenta de la credencial que le habían entregado para entrar a la Conferencia, y rápidamente la escondió detrás de su abrigo y bufanda para finalmente seguir al señor por los pasillos del Castillo.

Llegaron a unas largas escaleras que eran de decoradas por una larga alfombra de color rojo vino con detalles dorados en el borde y con decorados en los pasamanos.

- Las guirnaldas sobre la chimenea, por favor.- Una señora alta con pelo corto con canas notables y un traje estaba diciendo a los trabajadores que estaban decorando.- Y la reina quiere más poinsettias en el atrio.

- Bien.- Contestó un trabajador.

- ¿Sra.Ming?- Interrumpió el señor que acompañaba al chico Rubio, la señora volteó.- Llegó el maestro de la princesa Somi.

La señora fruncio su seño y cerro la carpeta que tenía en las manos para acercarse al más joven.

- Jun Ha-neul.

- Soy yo, encantado.- Estiró su mano la cual nunca fue recibida.

- Ohh, la agencia dijo que no tenía disponibilidad hasta el primero del otro año.- Comentó de manera sería.

- Así era, pero terminé antes mi última tarea, así que...

- Se le ocurrió aparecer... Aquí.- Completó.- Y dos semanas antes.

- Lo siento, sé que... Me iré si fue una mala idea.

- La reina mencionó que deseaba que alguien entre tuviera a la princesa en las fiestas.- Intervino el hombre mayor.- La última se fue repentinamente.

- ¿Que pasó?

- No es asunto suyo.- La Sra. Ming intervino dirigiendo su visita al señor.

- Algo de un ratón en la cama.- Comentó sin ningún tipo de filtro y viendo a la Sra. con una cara de reto y ella simplemente lo miro enojada.

El señor finalmente dibujo una sola risa en su cara y hizo una referencia para marcharse.

- Sígame, por favor.- Dijo con su cara en alto y con voz arrogante, se dispusieron a subir las escaleras y la mayor habló:- ¿Y su equipaje?

- En el hotel.- Respondió.

- Enviaré a alguien.

- No, esta bien. Puedo traerlo.

- Es un milagro que halla alojamiento con toda esa prensa. Son todos unos parásitos.

- La escoria de la tierra.- Dijo con una cara sorprendida y algo ofendido.

- La reina Ji-hyo querrá conocerlo.

- ¿La reina?

- Supongo que conoce el protocolo. No estreche la mano de su Majestad, haga una reverencia.

- ¿Reverencia?

Entraron a un cuarto con una puerta de madera, por dentro estaba decorada con cosas valiosas y costosas, como cuadros y esculturas.