26: Ten cuidado con los Bieber

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Hacerlo en un coche había sido una de sus más últimas fantasías sexuales tórridas y perversas, sin embargo no bajo las condiciones en las que se encontraban

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Hacerlo en un coche había sido una de sus más últimas fantasías sexuales tórridas y perversas, sin embargo no bajo las condiciones en las que se encontraban. Quiero decir, su jodido hermano menor estaba a unos cuantos metros de distancia y a Justin parecía importarle una mierda si Drew llegaba a descubrirlo con su miembro dentro del amor de su vida.

Lo cual realmente la desconcertó bastante. Desde que llegó había notado un comportamiento confuso y extraño en él. Como si se tratara de una persona completamente diferente, un hombre insensible y vacío de emociones. Bien sabía que aún no terminaba de conocer a las personas del todo y Justin era un claro ejemplo de ello.

—¿Haz perdido la cabeza? No sé de qué mierda me hablas... —protestó Justin, aún con el teléfono en su oído mientras tenía a Leah semidesnuda encima de él —Yo estoy en la maldita casa viendo televisión.

Leah pensó en lo experto y aterradoramente creíble que sonaba sus palabras.

Era una gran mentira pero no lo suficientemente grande como la sonrisa burlona que dibujaba su rostro. Algo que irritó a Leah e hizo que rodeada sus ojos.

En medio del extásis y la nube de calor que los envolvía, la realidad volvió a Leah, su consciencia no le perdonaría que Drew los viera de esa forma. Ella si tenía remordimiento y sentimientos, algo que difícilmente era inexistente en alguien como Justin. Le sorprendía su manera tan frívola de actuar...

Pero solo llegaba a una conclusión; Justin únicamente la veía a ella como un objeto sexual con el cual satisfacerse. Unas piernas bonitas y accesibles para cualquier hora que a él se le antojara tener relaciones.

—Estoy seguro, imbécil. Ese coche es idéntico al tuyo... —respondió Drew, sus ojos se entrecerraron tratando de ver las matrículas pero la oscuridad de la noche le impedía lograr distinguir — ¿Viniste si o no, idiota?

—Te puedo asegurar que no es mío.

Drew afirmó el teléfono contra su oído, y comenzó a caminar en dirección al coche que supuestamente era de Justin. No podía visibilizar realmente su interior, porque su hermano normalmente acostumbraba a polarizar sus coches, pero sabía que lo reconocería a miles de kilómetros.

Guys my age :: j.b Donde viven las historias. Descúbrelo ahora