Capítulo 3

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El plan fue brillante. El plan iba bien. Sungchan había abrazado el plan con mucho entusiasmo, por lo que Shotaro se felicitó a sí mismo, y a Taeyong, por la idea.

El problema era que Shotaro ya no tenía idea de cuál era el plan en realidad. Al siguiente día de su pequeña charla, las cosas volvieron a la normalidad, o lo que alcanzaba la normalidad en la manada Jung. Taeyong y Jaehyun pasaban
mucho tiempo juntos, disfrutando de su reciente apareamiento. Hangyul todavía discutía con su padre. Jeno desaparecía durante horas y horas a la vez. Naeun mantenía a todos vigilados con una facilidad que rivalizaba con la de su padre Alfa. Incluso tuvieron visitantes de nuevo: el vecino de Sungchan, Renjun, que estaba emparejado con el otro Beta de la manada, Jaemin.

Todo fue muy cómodo, pero nada realmente cambió entre Shotaro y Sungchan.

Una semana después de la conversación, Shotaro finalmente logró arrinconar a Taeyong. Su amigo parecía cansado, y se preguntó si Jaehyun lo había mantenido despierto de nuevo, o si sucedía algo más.

Sabía que probablemente debería preguntar, pero en cambio, lo que se oyó decir fue: —Necesito ayuda.

Taeyong le lanzó una mirada llena de preocupación amistosa. —¿Todo bien?
Hangyul no te está dando demasiados problemas, ¿verdad?

Shotaro sacudió la cabeza. —No, no es eso. Es solo que... Sabes que tomé tu sugerencia de salir con Sungchan. —Taeyong asintió, ya que Shotaro se lo había dicho hace siglos—. Bueno, no estoy seguro de cómo funciona eso. Nada ha cambiado realmente. Tengo la sensación de que debería estar haciendo algo más.

Taeyong no parecía tan sorprendido. —Bueno, Shotaro, cuando los humanos salen, normalmente pasamos de vivir separados como extraños a conocernos unos a otros a través de una serie de reuniones. Tú y Sungchan ya viven juntos. Ya están cerca. Así que es natural que continúen con esa misma nota.

—Pero tú y Jaehyun vivieron juntos antes de aparearse, ¿verdad? — preguntó Shotaro desesperadamente—. ¿Cómo funcionó para ti?

—Fuimos terribles en eso, lo sabes. Es solo por Sungchan que sacamos nuestras cabezas de nuestros culos.

Sí, Shotaro lo sabía.

Recordaba muy bien toda la historia, cómo Taeyong había tenido una cita a ciegas con Sungchan, provocando los instintos Alfa de Jaehyun. Sungchan los había dejado y lo habían apuñalado camino a casa. Pero incluso ese conocimiento y el recuerdo aleccionador no podían hacer que se sacudiera la sensación de que le faltaba algo.

Taeyong le apretó el hombro, pero aunque el gesto fue reconfortante, sus siguientes palabras fueron cualquier cosa menos eso.

—Aquí está la cosa, Shotaro. Jaehyun y yo probablemente no nos quedaremos por mucho más tiempo. Ambos somos autónomos, por lo que podemos permitirnos hacer nuestro trabajo fuera de casa. Hemos estado haciendo eso por un tiempo, ya que Jae pensó que era una buena idea quedarse aquí un poco, para poder acostumbrarme a su familia y todo eso. Pero Jae no puede quedarse aquí para siempre. Oficialmente pertenece a una manada diferente, y su presencia trae tensión.

Shotaro asintió, aunque de repente se sintió un poco aturdido. Por supuesto que eso tenía sentido. Se había acostumbrado tanto a tener a Taeyong y a Jaehyun cerca que no se le había ocurrido que querrían irse. No es de extrañar que Taeyong pareciera cansado si estaban estresados por esto.

En ese momento, un pensamiento cayó sobre Shotaro, algo de lo que debería haberse dado cuenta hace mucho tiempo. —Sungchan también se irá, ¿no?

—Tiene que hacerlo. Naeun y Jaemin han sido geniales para cubrir nuestro proverbial rastro, pero todavía él tiene un negocio que manejar. Sin mencionar que es un Alfa también, así que ahí está eso.

Simon says: bad alive - Sungtaro [Adaptación] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora