Capítulo 4

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Debería haber sido difícil para Shotaro abandonar el único hogar que había conocido siempre, y hasta cierto punto, lo fue. Los Jung se reunieron para ofrecerle una despedida. Jessica estaba llorosa otra vez, aunque de alguna manera, no estaba en realidad llorando. Sus ojos brillaban, y probablemente estaba evitando que las lágrimas fluyeran por sus mejillas solo por pura fuerza de voluntad.

El Alfa Jonghon estaba incluso más gruñón de lo habitual. Abrazó a Shotaro tan fuerte como lo hizo con Jaehyun y le dio a Sungchan una mirada de advertencia que gritaba: "Cuida de él o verás”.

Jeno sonrió y revolvió el cabello de Shotaro. —Buena suerte. Y no olvides llamar. Todavía somos tu familia.

Naeun estaba bastante callada. Siempre odiaba cuando venían las visitas de Jaehyun llegaban a su fin y tenía que irse una vez más. Por otra parte, ellos eran gemelos, así que eso era de esperar.

Hangyul acechó desde la parte de atrás del grupo. No dijo nada en absoluto, pero para Shotaro, casi parecía aliviado. Un pensamiento extraño a tener, pero ahí estaba.

Desearía haber visto también a Hannah, pero la hermana gemela de Hangyul ya no vivía con la manada Jung principal. En cualquier caso, ella y Shotaro nunca habían sido tan cercanos, no como lo era con Naeun.

Finalmente, se hicieron todos los preparativos y los cuatro se agruparon en el auto de Jaehyun. Era un enorme vehículo tipo tanque, necesariamente hecho para el terreno accidentado que Jaehyun tenía que conducir a menudo cuando venía de visita. Su tamaño era algo bueno ahora, ya que les daba suficiente espacio para cuatro personas y su equipaje.

Shotaro no miró hacia atrás cuando Jaehyun encendió el auto. Simplemente se inclinó contra el hombro de Sungchan y mantuvo la mirada al frente, no tanto al frente del asiento del jeep, donde Taeyong estaba actualmente, sino más bien, en el camino que serpenteaba a través de las tierras de la manada Jung. Fue simbólico, en cierto sentido. Hoy era el primer día del resto de su vida y todo ese jazz.

El concepto fue en realidad más emocionante que el viaje en sí. De hecho, entre más se alejaban de la mansión, más parecía la tensión en el auto marchitarse. Pronto, Jaehyun y Sungchan estaban discutiendo afablemente, mientras que Taeyong introducía el ocasional comentario ácido.

—Te digo que aún necesitas hacer tus sesiones de meditación. Sé que no te gustan, pero son necesarias.

Sungchan resopló. —Jaehyun, soy un programador. No estoy conectado para sentarme cruzado de piernas en el suelo y visualizar mi yo interior.

—Por supuesto que sí —ofreció Taeyong—. Es justo como examinar el interior de una PC, ¿no es así? Tu lobo es tu... disco duro, supongo. Y tu humano, ¿es tu sistema operativo? Lo siento... creo que mi metáfora se vino abajo un poco.

Shotaro se rio por lo bajo. —Tal vez el lobo es un navegador o un antivirus. Después de todo, hay zorros, pandas y ecosistemas enteros en el mundo de la programación.

—Estoy bastante seguro de que alguien debe haber utilizado la imagen del lobo —arrastró las palabras Jaehyun—. Personalmente creo que es bastante majestuoso.

—Lo harías —se burló Taeyong de él—. Te puedo asegurar que no hay nada majestuoso sobre compartir alojamiento con un hombre lobo. Chicos de fraternidad, y todo lo suyo.

Jaehyun gimió. —Nunca vas a dejar ir lo del condón, ¿verdad? Ni siquiera fue mi culpa.

—¡Ja! —Exclamó Taeyong—. Fue tu fiesta. Por supuesto que fue tu culpa.

Todos sabían sobre la pequeña broma que Jaemin Green le había jugado a Jaehyun cuando dejó un condón en su nevera. Personalmente, Shotaro había pensado que era divertido, aunque un poco inmaduro, y eso había, al final, desencadenado un poco el encuentro entre Taeyong y Sungchan. Así que era un caso de “bien está lo que bien termina”. Pero a Taeyong todavía le gustaba usarlo contra Jaehyun en ocasiones, aunque solo fuera porque Jaehyun se sentía cohibido al respecto.

Simon says: bad alive - Sungtaro [Adaptación] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora