3. Sorpresas y confusiones

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- Cuéntame Gabriel, ¿cómo has estado? ¿Qué tal ha estado Antonio?

- ¿Después de que le rompiste el corazón?

- ¡Ay Gabriel! ¡Por favor, no empieces! ¿Sí?

- ¿Qué te puedo decir Serena? Es la verdad. *La mira fijamente*

- Yo lo sé, pero no fue mi intención hacerlo. Estaba confundida. *Llora*

- Tal vez no estabas tan enamorada de él.

- Si lo estaba Gabriel, ¿qué vas a saber tú de amor? *Lo mira confundida*

- Pues, lo suficiente como para saber que cuando se ama a alguien no buscas a nadie más. *Le guiña el ojo*

- Bueno, sinceramente contigo no se puede hablar. Posiblemente Antonio contó su versión y me dejó como la peor del mundo.

- Serena, sé perfectamente lo que sucedió. No hace falta que te victimices. Admítelo y ya.

- Okay, okay, ¿sí? Lo traicioné. Sin embargo, no quise hacerlo. Yo lo amaba. ¿Sabes?

- ¿A qué te refieres con qué no quisiste hacerlo?

- Me tengo que ir. Hablamos en otra oportunidad. *Se despide*

Gabriel se queda pensando...

¿A qué se refiere con que no quiso hacerlo? 

Se dirige a su casa nuevamente y al llegar, observa a Antonio esperándolo impacientemente en la puerta...

-¿Cuánto tiempo tienes acá afuera? *Se ríe*

- No querrás saberlo, la verdad. *Se ríe*

- ¿Me extrañabas?

- Pues, sí. Necesitaba hablar con alguien.

- ¿Qué pasa Antonio?

- Me siento vacío. No sé qué hacer.

- ¿Pasó algo? *Lo mira confundido*

- No exactamente. Simplemente me siento así.

- ¿Te apetece salir?

- ¿A dónde?

- Podemos ir a donde tú quieras. Yo pago.

- Gabriel agradezco mucho tu ofrecimiento, pero tendré que abstenerme esta vez. No me gusta que siempre pagues todo. O sea, sé que tienes dinero, sin embargo, me gustaría ser yo quien te brinde en ocasiones, ¿sabes? Siento como que si me aprovechara de ti.

- Antonio, quiero que tengas presente que lo hago de corazón y sé que te sientes mal. ¿Por qué rechazar una oferta que viene de una mano con buenas intenciones? ¡Salgamos! Te lo mereces. *Lo mira emocionado*

- Bueno, bueno. Vamos. 

Gabriel y Antonio se dirigen a Isabella's Pizzas. Toman asiento, a lo que la mesera les trae el menú...

- ¿Qué haces tú acá Fernanda? -Dice Gabriel sorprendido.

- Holaa muñeco, pues, trabajando. ¿No me ves el uniforme? *Lo mira de forma pícara*

- Gabriel, ¿ella es...? ¿La chica del...?

*Gabriel lo interrumpe*

-No es nadie, Antonio. *Lo mira fijamente*

Gabriel y Antonio visualizan el menú y piden una pizza napolitana.

- ¿Estás loco Antonio? Las mujeres se agrandan cuando saben que los hombres hablamos de ellas. Cállate.

- No me parece, pero... ¡Como digas! *Le voltea los ojos*

Fernanda llega a la mesa y les trae la pizza...

- Acá está su pedido, linduras. ¿Harán algo más tarde?

- Pues, la verdad no. *Gabriel la mira confundido*

- Me preguntaba si les gustaría esperarme, ya está casi que termina mi turno y estoy demasiado aburrida. *Se muerde el labio*

- *Gabriel mira a Antonio* Claro, podemos esperarte.

Fernanda le sonríe y se dirige a otra mesa...

- ¿Qué pretendes Gabriel? - Le dice Antonio.

- ¡Vamos chico! Mira... Tú te sientes vacío. ¿Desde cuando no te acuestas con una mujer?

- ¿QUÉ? ¿PRETENDES QUE ME ACUESTE CON ELLA? *Le grita*

- Cálmate. Jamás dije que lo harías solo.

...


¿Qué estará planeando Gabriel? ¿Se sentirá mejor Antonio? ¿Qué pasará?

Sigue leyendo para descubrirlo...

Un camino distinto.Where stories live. Discover now