-Gabriel, ya yo no tengo fuerzas, ¿sí? Nada de lo que me digas me hará cambiar de opinión. Quiero descansar de mi mente. Simplemente quiero descansar de mí mismo, ¿entiendes? Estoy cansado de sentirme así, de tratar de minimizar mis emociones, de ocultarlas, de siempre ser el chico positivo. *Llora* Realmente estoy exhausto.
-Te entiendo Antonio, pero no es la manera, hay muchas soluciones, las podemos conseguir juntos si me permites, yo te amo hermano.
-¿Hermano? *Dice Antonio confundido*
-Sí, eso eres para mí. ¿Sabes? Ahora entiendo porqué soy hijo único, la vida ya me tenía predestinado un hermano increíble y quiero que sepas que te amo Antonio, pese a que no te lo diga siempre y me vale verga la masculinidad frágil de mierda. TE AMO HERMANO *Le grita* No hagas esto, ¿sí? Como tú siempre dices, hay mucho camino por delante, hay que luchar por nuestras metas y sueños, ¿no? Y a ti aún te faltan muchos por cumplir.
-Nunca imaginé escucharte decirme "hermano", significa mucho para mí, de verdad. Es complicado, mi vida es complicada, es un caos, no sé si tenga solución y yo no quiero arrastrarte a mi mierda.
-¿Arrastrarme? Antonio, prefiero una y mil veces apoyarte en tu "mierda" que quedarme en casa como un tonto mirando la televisión, esperando una llamada de mis padres que nunca llega, ni llegará. Prefiero apoyar a mi mejor amigo que ser un amigo ausente, de todas formas, para eso estamos, ¿no? Para estar en las buenas, en las malas y en las peores.
-Se me dificulta decirlo, pero... Pero... Tienes razón. Es muy difícil para mí Gabriel, porque no tengo esperanzas, ¿sabes?
-Pues, ¡las conseguiremos! Pero no permitiré que mi mejor amigo se hunda en la mierda, así que vente conmigo, iremos por un helado, ¿sí?
-Está bien. Vamos.
Gabriel y Antonio se dirigen a la heladería más cercana y piden sus sabores de helado favoritos, mientras se los toman, comienzan a hablar de la vida y de sus metas...
-Yo deseo ser abogado, ¿sabes? Quiero defender a las personas en un juicio, esa idea me emociona a pesar de todo.
-¡Veeeessss! Aún hay metas, hay emociones, no todo está perdido.
-Nunca imaginé que serías tú quien me motivara, de verdad. *Se ríe*
-Para que tú veeeasss, las vueltas de la vida. *Se ríe* Hermano, deberías ir a terapia.
-¿Tú crees? No lo sé.
-¡Ay, no creo que mi mejor amigo sea el típico adolescente con estigmas sobre la terapia psicológica!
-¡Por supuesto que no! Solo me causa un poco de miedo, ¿sabes? Abrirme con alguien a tal punto, contarle acerca de la oscuridad que llevo por dentro, no lo sé...
-Pues, el miedo es normal. Pero no podemos pasarnos la vida enfocados en el miedo amigo mío, sino no llegaremos a nada... Muchas cosas fructíferas en la vida se encuentran al otro lado del miedo. Claro, es normal atravesar situaciones de miedo, sin embargo, no podemos dejar que nos domine.
-¡Vaya! ¿Dónde tenías guardados esos pensamientos? ¡Deberías escribir un libro! *Se ríe*
-Antonio, estoy hablando en serio. *Lo mira con seriedad*
-No te molestes, solo bromeo. Tienes toda la razón. Iré. ¡Muchas gracias por todo! No sé que haría sin ti, Gabriel.
-Cualquiera nos oye y piensa que somos homo *se ríe*. Gracias a ti, hermano. Incontables veces me has ayudado.
-Bueno, bueno, me iré a casa, ¡hablamos luego!
-Está bien, cuídate, por favor.
Gabriel se despide de Antonio y se dirige a su casa, sin embargo, se queda pensando...
¿Será que Antonio me prestará atención y se atenderá con un psicólogo? ¿O yo mismo tendré que llamar para conseguirle una cita?
...
¿Antonio acudirá a terapia psicológica por su propia cuenta o necesitará un empujón? ¿Serena volverá?
Ya lo sabremos...
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Un camino distinto.
Romance¿Sabes lo que se siente ser un chico con una vida vacía? ¿Sabes lo que se siente ser un chico que lo tiene todo en cuanto a material se trata pero no tuvo nunca atención? Pues... Ese chico era yo. Un chico fiestero, sin control, con pensamientos e...