Un camino distinto.

5. Confesiones e incertidumbres

- Te oí el otro día que nos acostamos hablando con tu marido, y le dijiste que estabas con una amiga. Los amigos no tienen sexo. ¿Sabes? *Se ríe*

- ¡Eres un cabrón! Pensé que estabas dormido. *Se molesta*

- Pues, ya ves que no... Así que no me hables de lo que está bien, cuando eres tremenda zo... Digo, cuando haces cosas malas. ¿Estamos?

- ¿Me ibas a decir lo que yo creo que era? *Lo mira fijamente molesta*

- Sí, pero me retracté. *La mira convencida*

- ¡VETE A LA MIERDA!

- ¿Te llevo a tu casa antes de hacer eso? ¿O cómo hacemos? *Se ríe*

- No te preocupes. Caminaré. *Lo mira molesta*

- Como quieras, Fernanda. Que conste que tú solita preferiste esto. *Le guiña el ojo*

Gabriel llega a su casa y se queda pensando...

¿Por qué le dije todo eso a Antonio? 

¡Ay bueno! Pero es que tengo razón hasta cuándo estará clavado con Serena, le hizo mucho daño...

Luego de un rato, decide ponerse a ver televisión.

*Suena el timbre*

¿Quién será? - Piensa Gabriel.

Gabriel abre la puerta... Y adivinen...

- Serena, hola. *Gabriel la mira desconcertado*

- ¡Qué emoción la tuya! *Le voltea los ojos*

- ¿Y qué esperas de mí? No comprendo. *La mira confundida*

- Necesito que me ayudes a volver con Antonio. Lo extraño mucho.

- ¿Y por qué habría yo de hacer eso después de que lo engañaste?

- Porque te daré algo a cambio.

- ¿Me estás chantajeando? ¡No puedes ser más ridícula!

- A ver, a ver... Sé algo sobre tu familia que quizá te interese saber.

- ¿Qué sabes?

- No te diré si no me ayudas.

- ¡Vete a la verga! *Le cierra la puerta en la cara*

¿Quién se cree que es para chantajearme así? - Piensa Gabriel.

Sin embargo, se queda pensando en eso que le dijo Serena.

"Sé algo sobre tu familia que quizá te interese saber" 

¿Qué mierda sabrá esta loca?  - Piensa.

- ¡Quizá no es nada! ¡Sólo quiere manipularme! No cederé a sus chantajes. - Piensa.

Gabriel decide dormirse, puesto que, al día siguiente tiene clases y ya es tarde...

*Ring* *Ring* *Suena la alarma*

6:00 A.M.

¡Mierda! ¡Es muy temprano! *Pospone la alarma y se duerme de nuevo*

7:00 A.M.

*Suena el teléfono* *Gabriel contesta*

- ¿Quién es? 

- Es Mónica, Gabriel. Ya el profesor está acá. ¿Dónde estás?

- ¿QUÉ? ¡A LA VERGA! ¿QUÉ HORA ES?

- Gabriel, son las 7:00 A.M.

- ¡NO ME JODAS MÓNICA! 

(Mónica es una de las amigas de Gabriel del instituto)

- No te estoy jodiendo, estúpido. 

*Gabriel revisa la hora en su celular*

- ¡MIERDA! Tienes razón. Me he quedado dormido. ¿Por qué Antonio no me llamó?

Ah... Cierto... Estamos peleados. - Piensa Gabriel.

- ¿Qué voy a saber yo? Antonio tampoco ha llegado y este examen es importante.

- ¿QUÉ? ¿CÓMO QUE ANTONIO NO HA LLEGADO? ¡ANTONIO SIEMPRE ES PUNTUAL! *Se alarma*

- ¡Cálmate rey! Te estás exaltando. Quizá se le hizo tarde como a ti. 

- Pero es extraño Mónica. Él nunca falta así.

- Bueno, ya sabremos qué pasó. ¡Calma! ¿Sí?

Gabriel no se calma. Y piensa... 

¿Dónde carajos estará Antonio? A lo que piensa y piensa y llega a una conclusión... ¡Creo saber donde!

Gabriel se dirige al puente Maslow, uno de los lugares favoritos de Antonio.

Y ahí estaba Antonio...

- ¿QUÉ MIERDA HACES ANTONIO? *Le grita Gabriel*

*Antonio lo ignora*

Gabriel se le acerca...

- ¡NO ANTONIO! ¡NOOOOOOOOO! LO SIENTO MUCHO, ¿SÍ? *llora*

- Gabriel, sólo déjame solo. ¿Sí?

- ¿CÓMO ME VAS A PEDIR ESO CUANDO ESTOY VIENDO A MI MEJOR AMIGO A PUNTO DE ACABAR CON SU VIDA?

- ¿De verdad soy tu mejor amigo? ¿Después de todo lo que me dijiste? ¡Yo ya no tengo fuerzas! ¡No quiero vivir más! 

- Antonio, no me hagas esto. Yo te amo. Eres mi mejor amigo y lo siento muchísimo por lo que sucedió. No medí las consecuencias. Solo quería ayudarte y actué impulsivamente. Por favor, deja que te ayude. Esto lo podemos resolver. *Llora desconsoladamente*

- Yo no quiero solucionar nada. Tengo mucho tiempo intentándolo y no puedo.

- ¡Sí puedes! ¿Qué pasó Antonio? Si tú siempre eres positivo, siempre me motivas a pesar de mis actitudes de mierda. No lo entiendo. *Lo mira confundido*

- Gabriel, hay cosas en la vida que se ocultan tras una sonrisa y un falso positivismo que simplemente es utilizado con el fin de olvidarnos unos segundos de nuestra realidad, evitando así preocupar a los de nuestro entorno.

- Dame la oportunidad de ayudarte Antonio.

- Gabriel, no lo hagas más difícil. ¡VETE POR FAVOR!

- ¡NO, NO ME IRÉ! Maldita sea.

...

¿Se suicidará Antonio? ¿Podrá resistirse ante el chantaje de Serena? ¿Qué pasará?

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