MINGYU

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—¿Alguna idea de dónde se casaran, Kwan? —Wonwoo le preguntó a mi hermano mientras todos nos sentamos en casa de mis padres.

Seungkwan se acercó más al lado de Vernon y colocó su mano sobre su gigante bíceps.

—Kwan vez simplemente aquí en la casa. Algo íntimo. ―El rostro de Seungkwan decayó y se encogió de hombros―. Sólo los tengo a ustedes chicos… ―se aclaró la garganta cuando Vernon se tensó, su rostro serio e inmóvil―…y, ya saben, Vernon está solo.

La postura de Vernon era rígida, mechones de su  cabello negro caían sobre su rostro. Seungkwan echó hacia atrás su cabello y colocó una palma en su rostro. Vernon se giró contra su mano y él lo besó. Toda la tensión abandonó inmediatamente su cuerpo.

Estaba luchando. Luchando como yo lo había hecho. Mi estómago se tensó, porque al menos yo tenía mi familia. Él no tenía a nadie aparte de nosotros. No éramos su sangre. No era lo mismo.

Pasé una mano por mi pecho, y cuando miré a Wonwoo estaba sonriéndome. Inclinándose hacia adelante, besé a mi esposo en la cima de su cabeza y pasé mi mano por su vientre, el cual ahora llevaba a nuestro bebé. Wonwoo recostó su cabeza contra mi hombro. Jamás me había sentido más feliz en mi vida.

―¿Todavía no saben si tendré un sobrino o una sobrina? ―Alcé la mirada hacia Seungkwan, quien estaba sonriéndome.

―No, queremos que sea una sorpresa ―respondió Wonwoo, justo cuando mi padre y Kirill entraron en la sala.

Kirill estaba vestido en un traje negro de diseñador de tres piezas como siempre. Sus afilados ojos encontraron los míos y movió su cabeza en dirección a la oficina de mi padre.

Kirill luego se giró para mirar a Vernon.

―Al estudio.

Dejando otro beso en la cabeza de Wonwoo, me puse de pie y seguí a mi padre y al Pakhan a la oficina con Vernon, mi, el knyaz‟s, número dos, a mis Kwanones. Mientras entrabamos a la habitación, el Pakhan se dejó caer detrás del escritorio y nosotros nos sentamos en las sillas al otro lado.

Vernon se sentó a mi derecha, mi padre a mi izquierda. Durante los últimos meses Vernon se ha ido ajustando lentamente a su nuevo rol como miembro bajo juramento de nuestra Bratva. Lo llevaba conmigo a todas partes, mostrándole a la gente que un nuevo rey se había unido a los Volkovs. El tamaño y la fuerza de Vernon aseguraban que todo el mundo supiera que nos estábamos haciendo más fuertes cada día. Y me sentía más fuerte con él a mi lado.

Mi padre, desconfió de Vernon durante un tiempo, se había convencido lentamente en permitirle que un Kostava entrara en las filas. Y no podía estar más feliz. El Bratva de los Volkov siempre había tenido tres reyes; con la admisión de Vernon, el pensamiento de asumir el título de Pakhan ya no me llenaba de miedo; tendría un hermano de confianza que me ayudaría a liderar cuando fuera el momento de tomar el puesto del Pakhan.

Kirill sacó una botella de vodka de detrás de su escritorio y sirvió cuatro vasos. Cada uno tomó uno, y Kirill rellenó los vasos.

Empujando los vasos en nuestra dirección, se recostó en su silla y dijo:

―Ayer llegó un pequeño avión privado no registrado. Nuestro hombre de la pista de aterrizaje se puso en el centro de recarga de combustibles, cuando el avión llegó.

―¿Y nadie te lo dijo inmediatamente? ―preguntó mi padre, con las cejas fruncidas.

Kirill movió su mano y se tomó su trago antes de sacudir su cabeza.

―No se solicitó ningún permiso, pero de nuevo, la gente ya no tiene respeto por la forma en que las cosas se hacen en mi territorio. No hay respeto por las viejas costumbres. ―Juntó sus manos sobre su estómago y añadió―: Pero eso no quiere decir que no pagaran por su falta al respeto y al honor.

¿ ERES REAL ? - JICHEOLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora