Necesario

45 7 0
                                    

Un vaso vacío de café, justo como su corazón se sentía en aquel momento.

El viento fresco movía las hojas secas que habían caído de los árboles, comenzaba la estación otoñal, la favorita de Akaashi Keiji, sin embargo, a pesar de tener una bella vista frente a sus ojos, no lograba prestar atención a ésta, en cambio se sumergía en pensamientos.

El movimiento brusco sobre su camisa lo hizo salir de aquellos pensamientos, miró fijamente a Shoyo, quien lo tomaba por la camisa, la diferencia de estatura no era impedimento para que Hinata encarara al de gafas.

— ¡Kenma no es un maldito juguete! – gritó, jaloneando la camisa del contrario.

— ¿Hinata-kun? – pronunció desconcertado.

— ¡Discúlpate!

— ¿Hacer qué?

— ¡Discúlpate! – gritó ésta vez con mayor fuerza.

— Sólo dilo. – dijo, retirando la pequeña mano del de baja estatura.

— ¡¿Decir qué?!

— Quieres a Kenma sólo para ti.

— ¡¿Qué?! – expresó indignado. — Akaashi, tengo pareja, amo mucho a Kageyama. No confundas las cosas, sólo no acepto lo que le hiciste a mi preciado amigo.

— Hinata, esto no tiene nada que ver contigo.

— Kenma, él...

— Él también me utilizó para olvidar a Kuroo, desde un inicio sabíamos que no funcionaría, aunque no lo dijéramos, es cierto, lo lastimé, pero él sabía en lo que se metía al estar conmigo, jamás lo obligué a permanecer a mi lado.

— Él te amaba.

— Él amaba a Kuroo, y puede que me tomara aprecio en estos últimos meses, pero su amor por Kuroo jamás se compararía al que me llegó a tener, así como yo por Bokuto-san. Por favor, te ruego dejarme en paz, si no entiendes la situación no hables de más. – respondió, tirando su vaso vacío en el cesto de basura más próxima, retirándose, dejando a Shoyo detrás de él, pensativo por lo que había acabado de decir.

Aquella caminata fue asquerosa, en primer lugar decidió salir de su habitación luego de varios días para tomar aire fresco y relajarse un poco, no obstante, resultó totalmente lo contrario, cada panorama, objeto, persona, le recordaba a Bokuto, a Kenma.

Regresó a la universidad, se dirigió a su piso, el último de todos, en lugar de ir a su habitación, caminó hasta la azotea, recargando ambos brazos sobre un pequeño muro, observando el cielo con detenimiento, comenzaba a obscurecer.

Akaashi's Thoughts.

Definitivamente los perdí a los dos, no tengo derecho a aparecer nuevamente en sus vidas como si nada, herí a Bokuto, hice todo para lograr darle celos, por rencor, cuando todo lo que él había hecho había sido para protegerme. Herí a Kenma, a pesar de empezar ésta relación con el mismo objetivo ambos nos tomamos cierto aprecio, y a pesar de eso no logré amarlo debidamente, Bokuto seguía presente, lo herí, cuando él era la última persona que lo merecía.

Después de estar ahí conmigo en mis noches de frustración, de brindarme una sonrisa cuando él no salía de mi mente, de abrazarme cuando sólo pensaba en cómo se sentiría si Bokuto estuviera en su lugar, después de todo eso, le fallé, lo traicioné.

Bokuto, mi alma siente que eres su otra mitad, y pesar de eso, siento que soy muy poco para estar a tu lado, una persona que intentó hacer de todo para herirlo. Sí, sé que no sabía que lo hacías para protegerme, pero aún así lo hice, te odié, y me da vergüenza el recordarlo.

Nuestro florecer Donde viven las historias. Descúbrelo ahora