Shen Yuan no puedo evitar que su querido dicipulo conquistará los tres reinos pero lo único que cambió que este no tenía un harén como cómo en la historia original...
Luo Binghe está muy enamorado de su maestro, y conquista los tres reinos para así...
Binghe seguía con su plan de enamorar a su Shizun pero este al no tener ninguna experiencia en el campo, técnicamente su forma de expresar era de regalos ya que salidas ni loco, su reina es increíblemente hermoso, digno de un inmortal que cargaba un aura de pureza y de bondad. En otras palabras, él Rey Demonio mira a Shen Qingqiu cómo su mayor tesoro y no está dispuesto a exponerlo a qué alguien más se lo quiera llevar.
-No es buena idea dejarlo encerrado, creme, te lo digo por experiencia-él demonio del hielo y mano derecha del Gran emperador, quiere ayudar a su amigo pero al parecer este no le hará mucho caso.
-Tu esposa no es igual a Shen Qingqiu- no eran iguales, que su Shizun sea amigo del extraño Shang Qinghua no significa nada- Yo se que mi Shizun sabrá que lo hago por su bien.
-Si tu lo dices... - Mo Bei Jun había aprendido a las malas que pensar de más siempre trae malos entendidos, pero que los cielos sean testigos que le dio un consejo y no lo tomó.- Pero no te arrepientas de tus decisiones.
-Ja! Yo jamás me arrepiento de nada!!- hasta ahora a tomado un camino del obscuro valle, hasta ahora la mayoría de todos a causado destrucción pero no se arrepiente de nada, en cambio siente que es muy necesario enseñarles a todos estos seres quien manda.
Ya que como le dijo Meng Mo; >> Es más fácil ser tenido que amado, es fácil que se vean con temor que te vean como una presa <<.
-Solo prepara el gran comedor, llevaré a Shizun a cenar- fue lo único que dijo antes de irse.
El rey demonio del frio sólo miraba como su amigo se va a buscar algun regalo para su ser amado, esto podría acabar o muy bien o muy mal.
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Que no sepa nada del romance o de citas, esto no le da ningún derecho de encerrar a su gran Shizun por solo un capricho, eso era el pensar de la doncella de compañía, Ning Yingying.
-A-Luo... ¿Como puedo decirte que lo que estás haciendo esta mal sin el temor que me cortes la cabeza...? - su antiguo Shidi ya no era el dulce niño que conoció, sabía que había muerto hace mucho tiempo.
Sabían algunos sirvientes que su amada reina había por fin despertado y que era su última esperanza de calmar a este demonio que sólo sabe derramar sangre entre cada encuentro que va a visitar o los reinos que trata de llegar algún acuerdo.
-Señorita Ning!! El Rey pide que le lleves estas túnicas a tu señor-su corazón dio un brinco, la verdad llevaba tiempo sin poder hablar con su maestro, ya que solo se la pasaba cuidándolo cuando no estaba su "amigo".
-Claro... Ahorita se los llevo- tomando los nuevos trajes de muy buena calidad se notaba que estas telas solo eran para su antiguo maestro y ahora su "doncella".
Tenía que admitir que al principio cuando eran unos niños, cuando se enteró que Luo Binghe estaba enamorado de Shen Qingqiu, sentía celos pero quería la felicidad de su amigo, pero cuando vio a su maestro en los peores momentos fue el pensamiento de la pequeña Ning Yingying se hacía >> Se supone que cuando uno ama a una persona, tiene que ser dulce y hasta lo más romántico del mundo!! A-Luo!!! Hiciste sufrir a nuestros Shizun!! Te dije que ya no lo llamas maestro pero... Tu corazón se nubló completamente que ni siquiera puedes ver los corazones de otros!! <<
Al fin había llegado a la habitación de la que sería la futura reina de los tres mundos, pero sólo se acercó un poco su oído y en ese momento su corazón cito se rompió.
