Amor Entrelazados Por el Destino

6. Abriendo esa Herida

«Después de un año uso su ropa nuevamente» - piensa Cherryl.

Es mejor que me vaya de aquí porque mis sentimientos hacia él siguen siendo fuertes y no quiero estar en lo mismo - susurra ella en voz baja.

Ella se ve muy triste al recordar aquellos momentos con el hombre que ha sido el amor de su vida, pero a la vez quien la ha lastimado severamente, sigue decidida en irse así que llega al estudio para hablar con él.

¡Aragón! - ella lo llama.

Dime - Responde a Aragón.

Creo que lo mejor es irme de aquí - dice Cherryl luchando por contener sus ganas de llorar.

Aragón se altera porque sabe que es su culpa y no quiere dejarla ir otra vez.

Esto es mi culpa, te he tratado muy mal después de todo lo que ocurrió hasta te abandone hace 1 año cuando más me necesitabas y siempre le creía a mi madre, no sabes lo mucho que me odio por eso y soy un ¡ESTÚPIDO! - dice él llorando frente a Cherryl.

Aragón ¿En serio me amaste de verdad? - pregunta ella sin expresar emoción alguna.

Nunca te he dejado de amar, pero no puedo obligarte a que te quedes - responde él sollozando.

Espera, no ... - Cherryl se va llorando, no quiere seguir escuchándolo.

Corre hacia el jardín donde están las rosas sintiendo como aquella herida se abre aún más, como aquel hombre confirma que la sigue amando a pesar de todo lo que ha pasado en sus vidas.

¿Por qué todo está pasando tan repentino? Tonto corazón sigues emocionando cuando lo ves, aunque son muchas cosas que todavía nos alejan no confía en mí y su madre - dice ella en voz baja triste.

Si deseas irte no te detendré, reconozco que te he lastimado demasiado y merezco tu odio - le dice él sorprendido.

Dime ¿todavía crees que la mujer en esas fotos soy yo? - pregunta ella.

Yo ... - titubea él inseguro.

Aún no confías en mí, y así quieres que me quede - le contesta ella muy decepcionada y se va.

¡Espera! Yo confió aún en ti, pero dame otra oportunidad, sé que he sido un idiota, pero quédate – dice Aragón, mientras la persigue hasta la sala.

Sé que te sientes culpable, pero no puedo perdonar tan fácil todo lo que ha pasado - refuta Cherryl alejándolo y se encierra en el cuarto de las empleadas.

Pasa un rato desde que ella se encerró en esa habitación pensando que no podía perdonarlo todavía, inclusive estaban siendo muy tóxicos en una relación que murió hace tiempo y lo complicado la madre de Aragón la mataría si regresara con él, ese sentimiento de agonía se apodera de ella otra vez intensificando ese dolor.

Cherryl ¿puedo pasar? - le pregunta él preocupado por ella.

Sí Aragón, pasa - responde ella tratando de tranquilizarse.

Cherryl mañana por favor necesito que me acompañes aún lugar solo te pediré eso - le dice Aragón sentando en la cama al lado de Cherryl.

No yo ... No - responde débilmente.

Por favor - ruega él.

Está bien - responde riéndose a su súplica.

Aragón, esta noche ¡eh!, ¿te puedes quedar conmigo? Pero no lo malinterpretes - le pregunta Cherryl.

Vale, no te preocupes - respondió él.

Ven vamos a dormir, ha sido un día pesado - le dice Aragón sonriente, se siente bien al estar al lado de su amor.

¡Oye! No lo digas de esa manera - le grita ella avergonzada y su rostro rojo como tomate.

Jajajajaja tú me dijiste que me quedara - se ríe él.

Está bien jejeje - respondió ella.

Esa noche pasan la noche juntos como lo hacían antes, sin embargo, se sentían tan lejanos a la vez.

«Dormir con él está cálido» - piensa Cherryl.

«Quién la entiende, aún así, la extrañe demasiado» - pensó él.

Al siguiente día en la madrugada, Aragón despierta a Cherryl se dio cuenta que estaba teniendo una pesadilla.

Cherryl, Cherryl despierta - le dice preocupado.

Tuve una pesadilla - dice ella llorando.

Si lo sé, ven dame un abrazo - le dice cálidamente.

Ellos se quedan así por un momento y se van a arreglar.

«Desde que Aragón se fue no he podido dormir bien, soy su madre porque me quiere alejar de su lado» - Mientras tanto la señora Anahí está en su casa pensando

Buen día, suegra - saluda Mia.

Mis padres me están ayudando a encontrar a Aragón, aún no sabes nada de él - le cuenta ella.

¡Ay Dios! ¿Dónde estará mi hijo? - dice Anahí preocupada.