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POV YEIMY

La recuperación de Charly había sido casi milagrosa, yo creo que tuvo mucho que ver con su fuerza de voluntad y esa terquedad que lo caracterizan...

- ¡Qué chimba! Ya pa' la casita - Celebraba mientras yo lo ayudaba a ponerse la camisa

- Señor Cruz, que se pueda ir a casa no significa que pueda hacer vida normal, aún debe hacer reposo como mínimo un par de semanas y debe venir a los controles - Insistió el médico al verlo tan animado

- Sí mijo si - Le palmeó la espalda - Y muchas gracias en serio, usted me salvó la vida

- Para eso estamos señor Cruz, es nuestro deber, cuidese mucho. En unos minutos viene una enfermera con su alta, que tengan feliz día - Salió de la habitación

- Muchas gracias - Asentí yo

- Las que se van a morir de la tristeza son las enfermeras - Le dije sarcástica, más de una vez las encontré mirándolo como si hubiera bajado dios a la tierra y estuviera en esa camilla, se las había ganado a todas con su trato dulce y su espontánea coquetería

- Princesa... - Me sonrió orgulloso - Es el flow, no lo puedo evitar

- Ajá, y la coquetería te sale sola pues

- Oigan a mi tía, ninguna coquetería... Yo solo tengo ojos pa vos

Me moría de celos esa era la verdad pero no iba a hacer ningún comentario al respecto, el ego de Charly estaba muy bien como estaba, no había necesidad de alimentarlo. Durante los últimos días las enfermeras lo habían tocado más de lo que yo lo había hecho y eso era imperdonable... Todo gracias a su inconsciencia e irresponsabilidad

- Buenos días - Entró una de las enfermeras, con toda su atención sobre Charly, ignorando mi presencia - Aquí está su alta Don Charly - Agitó las pestañas y yo puse los ojos en blanco, mientras Charly sonreía de medio lado

- Muchas gracias princesa

- No hay de que... ¿Don Charly yo le puedo pedir un autógrafo antes de que se vaya?

- Claro que sí princesa - La enfermera le tendió un rotulador y procedió a hacer algo que ninguno de los dos esperaba, se desabrochó los dos botones de arriba de su bata para que le firmara en el pecho, Charly me miró y contuvo una carcajada mientras veía mi expresión entre asombrada y furiosa, pero él no la hizo esperar, siempre le había gustado provocarme

- Listo princesa - Le sonrió y la enferma por poco se desmaya, solo pude negar con la cabeza

- Muchas gracias - Salió de la habitación con una sonrisa y cara de corderito

Yo permanecí en silencio porque no sabía cómo gestionar el fuego que hervía en mis venas

- No me jodas Charly - lo señalé con un dedo

- ¿No te vas a enojar por eso o si? Es mi trabajo, me debo a las fans

- Sos tan idiota - Lo miré rencorosa, no pudo contenerse más y soltó la carcajada que antes había evitado, mientras se sostenía con una mano la herida que tenía en el costado

- ¿Y a qué se debe tanta risa? - Entró Erik a la habitación

- Pregúntale a tu papá - Bufé, Erik solo lo miró con expresión divertida

- Que la enfermera me pidió un autógrafo y a tu mamá le dieron celos

- Oigan a mi tío - Negué y Erik me miró extrañado - Que va, amor no le hagas caso al imbécil de tu papá ¿Nos vamos ya o te vas a quedar aquí a esperar a que venga otra enfermera y esta se levanté la bata para que le firmes una nalga?

Ambos rieron y se asintieron mutuamente, a veces su complicidad me fastidiaba

- ¿Para que voy a esperar a una enfermera si en la casa tengo esto? - Me dió una nalgada y salió de la habitación dejándome con la boca abierta

- Ni lo soñes Charly flow... - Dije entre dientes, solo Erik me escuchó y negó con la cabeza divertido

En casa nos esperaban todos nuestros amigos y Vanesa con Martín además de Ligia y Ángel

- Tengo unas ganas de ver a mi pelaito - Me dijo cuando se sentó en la silla del copiloto a mi lado, descansando en el apoyacabezas

- Y él te extraña a vos

En casa había toda una fiesta de bienvenida para Charly, no nos sorprendió pero si nos hizo muy felices, nos gustaba tener a nuestra gente siempre de nuestro lado

- Muchas gracias a todos por estar aquí y por todo lo que han hecho todo este tiempo, ustedes son nuestra familia y estamos muy contentos de tenerlos acá - Les dijo emocionado

- Bienvenido parcerito - Lo abrazó Drama sin miramientos

- Con cuidado pues guevon, que todavía tengo la herida abierta ome

- Severa flor - Nos reímos todos

Pasamos la tarde juntos, riendo, evitando recordar el mal trago que habíamos pasado, las horas de angustia e incertidumbre, no había necesidad, ese recuerdo se iba a quedar fijo en nuestras memorias para siempre, Charly se había sentado en el sofá con Martín en su pecho, que había hecho trinchera en el cuerpo de su padre y parecía que no pensaba soltarlo, tenía a cada lado a sus otros hijos ambos apoyaban su cabeza en su hombro y él inconscientemente les repartía besos entre frase y frase, no habría nada que me causara más ternura que eso.

Pronto vino Drama con un vaso de whisky para Charly que yo intercepté antes de que llegara a su mano

- No podes beber alcohol - Los miré mal a ambos - Estás tomando antibióticos y un poco de medicamentos

Ligia también lo miro mal

- Que inconsciente que sos - lo regañó - Si tenés sed te traigo agüita

- No amá deja así - Se lo veía ojerozo y palido

- Charly vos tenés que descansar - Le dije - Mira cómo estás, el médico lo dijo

- No te voy a llevar la contraria - Quise recibirle a Martín pero él simplemente no iba a consentir separarse de su papá y lo hizo saber con un llanto desesperado

Pronto nos habíamos quedado solos los cinco en casa, por fin, nuestra casa después de tantos días...

- No puedo creer que ya estemos acá - Dije recostandome a su lado

- Y ahora sí para siempre mi amor, ya no hay más enemigos, ni cuentas pendientes con terceros, solo nos queda criar a este muchachito y ser felices

- Te amo Charly flow, pase lo que pase, venga lo que venga

- Somos vos y yo - Me contestó - La única cuenta pendiente que tengo es con vos

- ¿Ah sí? ¿Y cuál sería esa cuenta? Porque hasta donde sé me has dado más... Mucho más de lo que pensé jamás tener en vida - Le sonreí, ambos nos pusimos de lado en la cama, mirándonos a los ojos, mientras Martín descansaba en medio de los dos

- Yeimy Montoya Vélez... - Me dijo bajito y me miró nervioso - Princesa... La mujer de mi vida, la madre de mis hijos, la confidente y la mejor amiga de mi hija, la persona que le dió un significado a mi vida y me mostró lo que es un hogar de verdad, mi sueño hecho realidad, la mujer más poderosa y noble que conozco... Mi reina... ¿Te querés casar conmigo?

No podré jamás explicar la plenitud mezclada con vertigo que sentí en ese momento por muy antagónicas que fueran ambas sensaciones, se me llenó el corazón de un amor que es inexplicable, alguien que no lo haya vivido no lo entendería, siempre había tenido reticencia hacia este tema, no quería ni oír hablar de matrimonio y sin embargo después de pensar que lo había perdido para siempre, no imaginaba una mejor manera de celebrar nuestra vida juntos, cerca de nuestros hijos y de las personas que amabamos

- Sí... Quiero - Murmuré

- ¿Qué dijiste? - Me preguntó sonriendo, estaba segura de que si me había oído pero le encantaba hacerme pasar por estás situaciones

- Que SÍ QUIERO IDIOTA - Ambos reímos y Martin despierto puso la mano en la barbilla de su padre...

Otra oportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora