Problemas

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Nota: Extra con información ❤️
Espero les guste este cap va a estar algo violento.
Comenten si les está gustando la historia y voten, gracias por el apoyo.

Pov... Jan.

El día en que conocí a Alessandro.

Iba llegando a la mansión de mi prometido, estaba bastante tarde y entraba muy despacio.

Al entrar vi a mi prometido con un chico rubio bien peinado.

Respiré algo aliviado de verlo ocupado.

-Buenas noches. - Saludé.

-Buenas noches. - Me sonrio dulcemente el chico. - Alessandro. - Saludo extendiendo su mano.

-Jan. - Estreche su mano.

-¿Donde fuiste?. - Me dijo la voz de Carlos.

-Ah dar un paseo. - Sonreí.

Carlo no me dijo nada, comimos con su invitado, hablaron y llegaron a un punto que me interesó.

-La cuestión Carlo es que necesito un investigador, no he podido encontrar nada, es mi familia ayudame. - Carlo lo miro.-No quiero saber que está sufriendo en manos de cualquier persona.

-Te ayudaré amigo.-A Carlo no le importaba nada más que el y no le iba a creer que ayudaría a nadie.

-Podría encargarme del investigador. - Añadí, Carlo me miro desafiandome.

-Enserio. - El chico estaba feliz y me abrazó dejando de lado la etiqueta.

-Es mi hermano, es el unico segundo heredero despues de mi, mi madre esta destruida. - Susurro.

-Te ayudaremos. - Dijo Carlo.

Cuando nos despedimos Carlo me miro molesto. - ¿Te encargaras?. - Hablo.

-Carlo, me voy a la cama. - Añadí queriendo irme y senti su mano tirar de mi. - TU DESDE CUANTO DECIDES COSAS AQUÍ.

-Se supone que es tu amigo solo ofrecí mi ayuda.-Quice soltarme.-Sueltame si.

La servidumbre pasaba recogiendo los platos con cabeza gacha, fingir no ver lo que hacía Carlo frente a sus narices era su especialidad, y a mi me avergonzaba tenerle miedo.

-NO TIENES QUE IR OFRECIENDO NADA. - Gritó.-ERES MI NOVIO. - Su mano me sacudió. - NO ME IMPORTA LO QUE EL QUIERA TU NO TE METES EN MIS ASUNTOS.

-Bien perdón. - Dije casi llorando.

-TE VOY A ENSEÑAR QUE TU LUGAR ESTÁ AQUÍ EN LA CASA NO EN LA CALLE. - Empezo a tirar de mi cabello.

-Aaaauch. - Me quejé - Perdoname perdón.

Me sento en una de las sillas del comedor y empezó a tirar de la ropa hasta romperla y sacarla. - TE VOY A ENSEÑAR A HACER SILENCIO. - De su cintura salio una correa y mire espantado la situación, las señoras de la servidumbre veian todo escondidas tras la pared.

-Ya ya ya. - Me quejé. - Subamos a la habitación por favor.

El me miro y tomandome del brazo subió arrastrandome todos los escalones y me tiro a la cama y me ato a la cabecera con la correa.

Iba buscando algo y llamo. - Sahara. - Grito, la chica de la servidumbre entro viendome espantada yo solo baje la mirada, que podía hacer si moría de la vergüenza. - Quiero que me traigas la fusta del salón. - Yo ya había aceptado mi destino desde que mi padre me obligo a emparejar con el y el empezó a portarse grosero.

-Señor no cree que no debería. - Empezó la chica y Carlo la golpeó.

-VE POR LO QUE TE PIDO. - La chica salió asustada y llegó con la fusta, carlo la sacó y cerró la puerta.-Y AHORA TU IDIOTA. - se acercó a mi metiendome un latigazo en la pierna que menobligo a recogerlas.

Luego le siguió otro en la cara y fueron expandiéndose por el cuerpo mientras yo intentaba soltarme sin éxito de la cama, hasta que se cansó y me desato halandome hasta el suelo y pegandome con el cinturón, sentía mi cuerpo adolorido no tardo en regresarme a la cama dandome puñetes en la cara y se subió sobre mi. - Ahhg. - Quise quitar su mano de mi cuello pero no pude, despues de un rato se cansó dejandome respirar y empezó a maturbarse junto a mi. - Espera espera. - Suplique. - Me duele todo ya para.

-Lo hubieras pensado antes. - Dijo tirando de mi cabeza para llevarme su pene a la boca.

-Ahhg. - Estaba ahogandome luego lo saco y me dio la vuelta oenetrandome sin consideración de nada, agarré las cobijas intentando apaciguar el dolor pero no había logrado más que empeorar todo.

Luego quede inconsciente del dolor.

Pov... Ale.

Había vuelto a visitar a mi amigo y me atendió la servidumbre.

-¿El señor Carlo?. - Cuestione.

-Salio señor, regresa en la tarde. - La mansión estaba en silencio.

-El señor Jan también se encuentra fuera. - Cuestione y la ama de llaves estaba preocupada.

-NADIE VA A HABLAR. - Grito una mucama con un gran morado en la mejilla. - El señor se está muriendo en fiebre y ustedes se quedan calladas.-Nadie hablo pero la mucama gano toda mi atención.

-Explicármelo tu entonces. - Añadí.

-Al señor lo golpeó el señor Carlo ayer y esta mal, tiene fiebre y no logro bajarla. - Lloro.

- Supongo que quisiste evitar que lo golpeé y tambien te golpeó. - Señale.

-Yo no importo. - Lloro. - El esta mal.

-Llévame. - Subimos y al entrar en el cuarto estaba inconsciente el chico que habia conocido ayer pero cubierto de hematomas en su cuerpo.

Me acerque colocando mi mano en su frente. - Carajo arde. - Susurre. - Jan necesitó que te despiertes. - Susurre. - Te sacare de aquí pero despierta.

Sus ojos se abrieron y me miro espantado. - ¿Que hace aquí?. - Agarro mi mano, estaba toda moreteada.

-Pues empezaré por sacarte de este sintió. - lo sente y vestí, bajando las gradas a la planta baja me encontré con Carlo.

-¿Que crees que haces?. - Me señaló.

-QUITATE. - Tome la pistola de mi bolsillo y el se dirigio a mi.

-Dispara. - Me reto, empezamos una serie de puñetes y el me corto el brazo en un intento de llegar a la muñeca sin conseguirlo.

El arma se me había caido y solo escuche un pum y se desplomo gritando por una herida en la pierna, Jan tenía la pistola en sus manos. - No no me volveras a hacer daño nunca más. - Intento gritar.

La policía lo llevo preso por haber herido a su pareja y por que su pareja no era cualquier persona, era hijo de uno de los herederos directos al trono de España.

Pov... Jan. En la actualidad.

Con el tiempo las heridas sanan y la gente avanza pero el dolor sienore se queda es el remanente de que algo te sucedió.

Luego de muchos años aun ese sentimiento dolía.

-Buenas noches.-Salude entrando a casa luego de ver a Luka.

-Mi amor. - Dijo Ale besandome. - Hey que te pasa. - Limpió mi mejilla mostrándome una lágrima.

-Pa llora. - Dijo Kell pidiendo que lo cargara y me dio un beso.

-No principe solo venía recordando cosas.

-Ho Jan. - Dijo Ale abrazándome. - Pero estas conmigo y yo te amo. - Me beso.

La clara diferencia entre amar y no hacerlo era la forma en la que te trataban

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