Todos conocen el pasado de Natasha Romanoff, de la Black Widow, pero lo que no saben es que durante su estadía en aquel lugar donde no había más que oscuridad, hubo un rayo de luz para ella.
Su hija Persephone fue la razon de escapar de aquel lugar...
Sophie se encontraba despidiendo de Hill, Coulson y Fury, su mamá y Clint la irían a dejar con Laura.
- Adiós Tía Hill - dijo Sophie abrazándola.
- Adiós Sophie - dijo Hill correspondiendo el abrazo.
Se despidió de todos, se subió al Quinjet donde Clint se encontraba de piloto y su mamá de copiloto.
- ¿Lista? - pregunto Barton.
- Lista - contesto Sophie.
Los tres se dirigieron hacia la casa de Clint.
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3 horas después...
Llegaron a la casa donde se encontraba la esposa de Clint.
- Ya llegamos - aviso Clint.
- Ven vamos tenemos que bajar a ver - dijo Nat saliendo del jet.
- Esta bien - contesto Sophie
Los tres bajaron y se dirigieron a la puerta de la casa donde los recibió una mujer castaña.
- Hola - saludo la castaña.
- Hola - contesto Nat.
- Hola cielo - dijo Clint saludando con un beso.
- Tu debes de ser Persa ¿cierto? - pregunto la castaña.
- Si - contesto tímidamente.
- Yo me llamo Laura - le dijo con una sonrisa.
- Vamos adentro, ya tenemos tu habitación lista - menciono Clint mientras los cuatro entraban.
Después de un par de horas llego el momento de la despedida, inconscientemente ambos estaban retrasando llegar a ese momento, ninguno de los dos se quería despedir de Percy, pero era algo inevitable por algo habían ido a la casa de Clint.
- Mi niña, ya tenemos que irnos - Persa que estaba corriendo alrededor del patio delantero, se detuvo abruptamente girando su cabeza hacia su mamá - Fury, tu abuelo dijo que ya teníamos que regresar.
- Mami, no quiero que te vayas - sus ojos ya estaban cristalizados por las lágrimas retenidas.
- Yo tampoco quiero irme, pero es por tu bien - lagrimas caían por sus mejillas - te prometo que vendré a visitarte cad vez que pueda y vendré cada cumpleaños, te lo prometo.
- Mamá, no hagas promesas que, las dos, sabemos que no vas a poder cumplir siempre y lo entiendo, pero no quiero que te vayas.
- Perdóname, enserio perdóname, pero es lo mejor para ti, no podemos seguir poniéndote en riesgo al estar en la base.
Y con esas últimas palabras Natasha se despidió de Persephone con un abrazo y un beso en la coronilla, acompañada de un sinfín de disculpas y promesas que talvez Nat no podría cumplir.
