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Sanemi era frío, grosero, de sangre caliente y abrasivo, era todo lo contrario de Giyu, que es reservado, gentil y serio, a pesar de sus enormes diferencias, los dos cazadores de demonios en realidad tienen una cosa en común y es que a ambos les gustas.
Actualmente, ustedes tres estaban de regreso a la sede después de una larga misión. Caminas entre ellos, un reconfortante silencio los envuelve a los tres hasta que Giyu rompe el silencio.
"Está oscureciendo y todavía tenemos un largo camino por recorrer, hay un pueblo cerca de aquí donde deberíamos pasar la noche alli" explicó Giyu mientras dejaba de caminar, lo que hizo que tú y Sanemi también se detuvieran.
"¿¡Eh!? ¿Por qué deberíamos hacerlo? ¡Si corremos podremos llegar a la sede al amanecer! ¡Solo tienes miedo de que aparezcan demonios!" Sanemi argumenta
"No estoy hablando contigo, estaba hablando con (T/N), puedes regresar a la sede por tu cuenta" dijo Giyu con seriedad mientras tomaba tu mano y te acercaba a él.
"Eh, ¿qué está pasando, chicos?" dijiste que no tenías idea de la situación
"¡Bastardo! ¡Qué planeas hacer con (T/N) solos!", dijo Sanemi enojado mientras apretaba los dientes al ver la mano de Giyu sosteniendo la tuya.